Borrar
Las noticias más leídas del miércoles 2 de marzo en El Norte de Castilla
FÚTBOL

El capitán perfecto

La Gimnástica Segoviana y el deporte local digieren la marcha de Ramsés

NACHO SÁEZ

Martes, 14 de febrero 2012, 22:49

La Gimnástica Segoviana se despertó huérfana de su capitán. El futbolista que había entregado quince años de su vida a unos colores había decidido la tarde anterior que era el momento de dar un paso a un lado. Explicó sus motivos a la junta gestora de la Segoviana; a sus compañeros, a varios de los cuales esperó tras esa sesión de entrenamiento del lunes en la que él ya no estuvo presente; y a los aficionados y medios de comunicación, a los que dirigió una emotiva carta de despedida.

Así, de una forma discreta, como es él cuando no está dentro de un terreno de juego, Ramsés puso fin a su etapa como jugador de la Gimnástica Segoviana. El escaso protagonismo del que estaba disfrutando esta temporada, relegado incluso a la grada en casi todos los partidos, acabó con su paciencia y le llevó a tomar la decisión de rescindir su contrato con el club gimnástico de manera inmediata. Este repentino adiós no ensombrece, sin embargo, el imborrable paso de Ramsés por el club al que siempre declaró su amor incondicional. Un amor por encima del que siente por su otro club de referencia, el Osasuna.

«La banda derecha se queda huérfana. El faraón de la Segoviana deja el fútbol», declara el concejal de Deportes, Javier Arranz, una persona que le conoce muy bien. «Hace quince años, cuando él tenía 20, me dijo: 'No te olvides de sacar el abono de la Segoviana este año que me vas a ver jugar'. Y con ese carácter que tiene se fue haciendo un hueco», cuenta Arranz, quien recuerda que varios clubes de Primera se fijaron en Ramsés para sus filiales, pero que una operación de osteopatía de pubis le obligó a poner el cuentakilómetros a cero. Sin embargo, su dedicación y pasión por el fútbol le permitieron regresar y hacerse con sitio en la banda derecha de la Segoviana.

Lloró, como toda la familia gimnástica, aquel ascenso frustrado en el último momento en Villaviciosa, y lloró, aunque en este caso de emoción, cuando la Segoviana consiguió por fin subir a Segunda División B. Como ahora, no pudo disfrutar entonces como le hubiera gustado de aquella temporada en la división de bronce del fútbol español, aunque los motivos fueron diferentes a los actuales. Entonces fichó por un Getafe que acababa de ascender a Segunda División A. La experiencia no resultó y volvió a una Segoviana de la que ya nunca se marchó... Hasta ahora.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla El capitán perfecto