Un BM Nava con dos caras

Un Viveros Herol Balonmano Nava de dos caras resolvió con éxito el derbi regional frente al Panelais Ciudad de Salamanca. El equipo impreciso y sin continuidad en el juego del primer periodo dejó pasó tras el descanso a otro mucho más intenso que pasó por encima de un rival al que ya había conseguido derrotar en la primera vuelta.

A pesar de que mandó en el marcador desde los instantes iniciales del partido y así siguió siendo durante los sesenta minutos, el conjunto navero no tuvo una tarde plácida y se encontró muy incómodo durante todo el primer periodo. Jamás se consiguió despegar del Panelais Ciudad de Salamanca durante los primeros treinta minutos. Las numerosas pérdidas de balón que contabilizó facilitaron los contragolpes de un rival sujetado por la mano de su número 23, Rodríguez, y de su mejor jugador, Sebastián Elena, quien trató de hacer daño desde el pivote.

Precipitado en sus ataques y sin fluidez a la hora de hacer circular el balón, el Viveros Herol BM Nava resistió gracias a la facilidad anotadora de Roberto Pérez y los arrebatos de Carlos Villagrán, indiscutible en la dirección del juego de los naveros. También estuvo a un gran nivel Crístofer a la hora de neutralizar varios contragolpes del equipo charro, mientras que David de Diego, suplente de inicio, salió a la cancha antes de que terminara la primera mitad para detener un lanzamiento de siete metros. Desacertado en casi todos los aspectos del juego, el equipo que entrena Nacho González consiguió alcanzar el tiempo de descanso a salvo y sin daños que lamentar (16-14).

El Viveros Herol BM Nava que saltó a la cancha en el segundo periodo fue un equipo completamente diferente. Dejó atrás las dudas iniciales y pasó por encima de un Panelais Ciudad de Salamanca sin capacidad de respuesta. Darío Ajo comenzó a encontrar espacios en el pivote y la velocidad del juego de los naveros subió una marcha. La consecuencia fue que en el minuto 36 se hicieron con la ventaja más amplia del partido hasta ese momento (19-15) y ya no se detuvieron a mirar hacia atrás para comprobar si su rival aguantaba el intenso ritmo ahora sí propuesto. La tarjeta roja a Ismael Villagrán y la exclusión al mismo tiempo de Darío Ajo fue el único momento de dificultad del Viveros Herol BM Nava hasta el final del partido.

La mejoría experimentada en el apartado defensivo se tradujo en un incremento del número de contraataques que pudo realizar en un segundo tiempo en el que volvió a brillar Roberto Pérez, inabordable para su defensores. También destacó en la faceta anotadora Bruno Vírseda, muy acertado tras el descanso en el extremo izquierdo.

Los últimos diez minutos no tuvieron mayor trascendencia que constatar cuál sería la diferencia final en el marcador. Los de Nacho González mantuvieron la intensidad, no pisaron el freno y firmaron una victoria holgada (39-27) que muchos no habrían imaginado al descanso tras la gris primera mitad realizada. El Nava mostró dos caras muy distintas en su partido de ayer. Por suerte no tuvo que lamentarlo al final y sumó dos puntos más.