La Hermandad del Silencio inicia su desfile por Salamanca bajo amenaza de lluvia y con la esperanza de poder terminar su recorrido
La bajada de las imágenes por las pronunciadas escaleras de la iglesia del barrio Pizarrales congregan a cientos de personas
ICAL
Sábado, 23 de abril 2011, 21:20
Los cofrades de la Hermandad del Silencio estaban nerviosos mirando al cielo antes de comenzar su desfile, y no era para menos, ya que esta cofradía ha sido una de las grandes perjudicadas por las condiciones meteorológicas en los últimos diez años.
A las 17 horas, la emoción comenzaba a embargar a los hermanos porque aunque nublado, el tiempo les daba una tregua y al menos podrían salir de la iglesia que les vio nacer, la de Jesús Obrero de Pizarrales, sin temor a tener que darse la vuelta a los pocos metros, como ya les ha ocurrido en más de una ocasión.
Aunque una de las características de esta procesión es que independientemente del tiempo que haga siempre salen a la calle, lo cierto es que si han visto obligados a recortar su recorrido durante varios años seguidos, unas veces por la nieve o por aguaceros que impedían procesionar con seguridad en otras ocasiones. Hoy comenzaron a caminar con la esperanza de llegar a la Plaza Mayor y mostrar la solemnidad y devoción que esta hermandad tiene por la Semana Santa.
Arropados una vez más por el barrio, ya que ésta también es su seña de identidad, los vecinos lucían en sus balcones los estandartes con el símbolo de la hermandad y desde ellos vieron pasar los tres pasos, el del Santísimo Cristo de la Vela, una talla anónima del siglo XX; Nuestra Señora del Silencio, obra de Enrique Orejudo del año 1990; y La Palabra de Dios.
Sin embargo, el lugar donde más personas se concentraron fue una vez más a la puerta del templo, ya que nadie quería perderse la complicada bajada de los pasos por las escaleras de la iglesia de Jesús Obrero, que entraña gran dificultad, al ser un tramo largo y muy pronunciado. Los aplausos de los asistentes, cuando finalmente se consiguió esta bajada, rompió el silencio sepulcral característico de este desfile.
La Hermandad del Silencio, aunque joven, porque nació en 1985, ha sido pionera en varios aspectos de la Semana Santa Salmantina, como por ejemplo fue la primera en nacer en el seno de un barrio de la ciudad y la primera en contar con un paso, La Palabra de Dios, cuyos portadores son niños. Además, desde sus inicios las mujeres son miembros de pleno derecho al igual que los hombres y también ellas son quienes cargan la imagen de la virgen.
Una vez constituida formalmente, se empezaron a dar los primeros pasos para que en la Semana Santa de 1986 se pudiera celebrar el primer desfile procesional. Así el Sábado Santo de aquel año salió por primera vez a la calle el Cristo de la Vela con el acompañamiento de 60 hermanos, y gracias a la colaboración de las cofradías de la Oración de Jesús en el Huerto y la Hermandad Universitaria.
En este primer desfile el barrio fue un gran apoyo para la hermandad, ya que pasó de 60 hermanos a 170, hasta llegar a los cerca de 500 de la actualidad. El barrio hizo suya la hermandad, que poco a poco fue creciendo. Con este aumento paulatino de hermanos, se plantearon la incorporación de nuevos pasos e imágenes.
El hábito característico es una túnica negra, escapulario bordado con el emblema de la Hermandad y capuchón, en los hermanos de cirio, y esclavina en color rojo para los hermanos de paso y niños. Ésta es una de las pocas cofradías salmantinas que desfila también fuera del casco histórico durante cerca de cinco horas, ya que regresan en torno a las 22 horas a la parroquia Jesús Obrero.
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