Herido grave un empresario de Sanchonuño agredido al auxiliar a un joven en Navarra

El industrial Miguel Ángel Falces se recupera en una habitación del área de Neurocirugía del Hospital de Navarra después de salir de la Unidad de Cuidados Intensivos en la que ha permanecido bajo observación desde que ingresara en la noche del sábado hasta este martes. Fue hospitalizado a causa de las múltiples lesiones y contusiones originadas por los golpes y patadas que le propinaron un grupo de jóvenes a la salida de una sala de fiestas de un polígono de la localidad navarra de Tudela. Su estado a día de ayer era «estable», comentaban con cierto alivio fuentes de la compañía Ultracongelados del Duero S. L., empresa integrada en el grupo Virto y de la que Falces es director de fábrica desde finales de 2007.

La noticia ha conmocionado a la plantilla, formada por medio centenar de personas. Algunos empleados se enteraron del desgraciado incidente en la tarde del domingo y otros lo conocieron el mismo lunes, cuando entraron a trabajar después del asueto del fin de semana. «Ha sido un mazazo porque sin él estamos como perdidos», explicaba atribulada una compañera. Todos han deseado la pronta recuperación del empresario, aunque temen que «va a tener que estar una buena temporada de baja», apuntaron fuentes consultadas por EL NORTE DE CASTILLA.

Las noticias que llegan de Pamplona sobre el estado de salud de Miguel Ángel Falces han tranquilizado a los allegados y a sus compañeros en la planta de Sanchonuño. Al principio, la gravedad de la brutal agresión de la que fue víctima sembró la incertidumbre y la preocupación.

«Parece ser que cuando llegó al hospital nadie daba un duro por él», relatan representantes de la empresa segoviana. La familia se trasladó de inmediato al Hospital del Navarra, donde permanecen atentos a la evolución del herido, que tuvo que ser intervenido el mismo domingo de dos coágulos localizados en el cerebro.

Al menos hay dos detenidos ya como presuntos autores del ataque. Todo empezó cuando, en la madrugada del sábado al domingo, Miguel Ángel Falces terminaba una jornada festiva de confraternización con otros responsables del grupo Virto. El grupo había ido a cenar y culminaba la noche en la discoteca Botanic del polígono tudelano de La Barrena. Hacia las 6.15 horas se disponían a coger el autobús que había contratado la empresa.

Pateado en el suelo

En ese momento, en el mismo aparcamiento entre diez y doce chicos se ensañaban a puñetazos y patadas con un joven de 19 años al que tenían acorralado en el suelo. Testigos presenciales de los hechos añaden que los atacantes estaban fuera de sí y que intentaban golpear a cualquiera que salía en defensa de su víctima. Miguel Ángel Falces no se quedó impasible ante lo que acaecía y quiso mediar en la pelea y auxiliar al joven.

Sin embargo, los agresores se volvieron contra él desaforadamente y empezaron a golpearle de manera furibunda. El empresario recibió un aluvión de puñetazos y patadas en la cabeza, incluso cuando estaba tendido en el asfalto. Así se lo manifestó el médico que le atendió a su esposa, Sofía. Y es que el cuadro de lesiones que presentaba la víctima cuando ingresó en la UCI del Hospital de Navarra revelaba que había sido pateado una vez ya en el suelo y que era improbable que las heridas hubieran sido ocasionadas después de caerse al encajar alguno de los puñetazos que le lanzaron sus agresores.

Otros dos compañeros navarros del grupo Virto que trataron de socorrerle también fueron atacados, aunque Falces se llevó la peor parte. El diagnóstico que le realizaron al industrial de la factoría de Sanchonuño revelaba la fractura de la mandíbula por dos sitios y dos coágulos de sangre en el cerebro, por lo que requirió ser intervenido quirúrgicamente de urgencia.

Miguel Ángel Falces tendrá que permanecer en observación en el complejo asistencia pamplonés al menos una semana más, en lo que se recupera de su paso por el quirófano. Además, tendrá que someterse a la reconstrucción de la mandíbula rota.

Los allegados trasladados a Navarra señalan que, a pesar de la evolución positiva que presenta la víctima, el empresario padece fuertes dolores de cabeza y apenas recuerda lo ocurrido, salvo que estaba disfrutando de una cena de empresa. Sus compañeros de trabajo en Virto han ido reconstruyendo los hechos de la brutal agresión que puso el desagradable cierre a una reunión de empleados que tenía que ser festiva y que casi acaba en tragedia.

La Policía trabaja en la investigación para esclarecer el suceso e identificar a los autores de tal violento ataque. De momento, hay al menos dos detenidos. Miguel Ángel Falces, casado y de 38 años de edad, reside en Valladolid junto a buena parte de su familia y cada día se traslada a la planta de Ultracongelados del Duero de Sanchonuño, donde sus empleados aguardan su reincorporación tras este duro trance.