Rodrigo Cortés presenta en Salamanca la película ‘Buried’
El metraje, que ha obtenido buenas críticas en diversos festivales y se estrena mañana en España, narra la historia de un contratista americano enterrado vivo
ICAL
Viernes, 1 de octubre 2010, 11:23
El director de cine Rodrigo Cortés presentó ayer en Salamanca su última película Buried (Enterrado), estrenada en miles de salas de todo el mundo merced a su buena acogida en festivales como los de San Sebastián y Sundance. El filme narra la historia de un contratista americano, Paul Conroy, enterrado vivo en el marco de la guerra de Irak. Los 94 minutos del metraje transcurren en el espacio cerrado de un ataúd, lo que hizo que el rodaje, que se realizó en Barcelona el pasado verano, se convirtiera en un proceso de extrema complejidad.
Cortés explicó que la película, rodada en inglés, trata de golpear al espectador de la forma más eficaz posible. Para eso, el actor principal debe dejar a un lado la vanidad. El director de cine, estrechamente vinculado a Salamanca, donde dio sus primeros pasos como cineasta, eligió para el papel principal al canadiense Ryan Reinolds de quien admira su sentido extraterrestre del tempo cinematográfico. Es un actorazo a la altura de Cary Grant, sentenció.
Buried es, en palabras de Cortés, una pesadilla kafkiana en la que todo lo que puede pasar, pasa. Al tiempo, el personaje protagónico evoluciona de una manera salvaje hasta el punto de que el que entra dentro de la caja no es el mismo que sale.
Cortés desveló que la exigencia de rodar en un espacio tan angostó provocó que Ryan Reynolds volviera a Los Ángeles tras el rodaje con un traje de arena, sudor y la piel hecha jirones. El actor no quiso realizar ensayos previos para no acostumbrase a la caja y descubrir en tiempo real las frustraciones, la sorpresa o el asombro que sentiría una persona en esa situación.
El director desveló que el proyecto salió adelante porque se llevó a cabo al margen del sentido común. Así, explicó que el guión, obra de Chris Sparling y calificado por Cortés como perfecto, llevaba varios meses circulando por diferentes despachos de Hollywood pero nadie se atrevía a rodarlo al considerarlo imposible tal y como estaba concebido. Me pareció imposible y, por lo tanto, debía hacerse, confesó.
Otro de los factores que salieron adelante pese a su improbabilidad fue la contratación de Reynolds, a quien Cortés conoció en mayo de 2009 pese a que el artista canadiense tampoco veía clara la realización del film. Dos meses más tarde ya estaba rodando en España a las órdenes de Cortés que contó con siete ataúdes diferentes adaptados a las distintas especificaciones técnicas del metraje. La necesidad de presentar Buried en el Festival de Sundance dio lugar a que el rodaje se realizara en tan sólo 17 días, en los que hubo jornadas en las que se llegaron a invertir 20 horas.
Colaboración de la Junta
Toda la producción del filme, que ha costado en torno a dos millones de euros, una cantidad mínima en comparación con su rentabilidad, es española y está financiada a través de ayudas y capital privado. En concreto, Cortés agradeció la aportación de la Junta de Castilla y León al proyecto.
Para el cineasta Buried, al contrario de lo que pueda parecer, no se trata de la historia de una persona dentro de un ataúd ya que no es introspectiva, sino que es algo como Indiana Jones dentro de una caja ya que es un thriller de acción en el que el espectador tiene la sensación de asistir a una persecución, porque el actor no deja de avanzar con cada nuevo objeto que encuentra. Transita entre géneros y lleva todo un universo dentro, sentenció.
La trama se apoya en la banda sonora compuesta por el salmantino Víctor Reyes, productor asociado de la película que también acudió a la presentación, quien confesó que las primeras pruebas realizadas para adaptar la música al metraje fueron fallidas al confundir el tipo de sonidos que le iban a Buried. Finalmente, se basó en la madera, protagonista indirecta, para crear el apoyo musical de la película. Reyes elogió la labor del equipo de sonido del film, ya que su trabajo contribuye a ofrecer mayor dramatismo pese a que Cortés, de una manera perversa, siempre se imaginó la película como una oscurísima comedia.
El director destacó, además, el trabajo del director de fotografía, Eduard Grau, el único que vio oportunidades donde otros veían problemas, por lo que le tildó de muy valiente por enfrentarse al reto de Buried. Cortes reconoció que se enamoró del proyecto por sus limitaciones, que obligan a estimular la creatividad.
Respecto al futuro, Cortés no desveló si irá a vivir a Estados Unidos porque, aseveró, preocuparse del dónde supondría un problema porque lo importante es el qué y el cómo y reconoció que estaría dispuesto a rodar en cualquier parte del mundo. El director de Concursante, eso sí, aclaró que pronto pondrá en marcha su próximo proyecto, del que no ofreció detalles. Pese a que algunos cinéfilos ven Buried como firme candidata a lograr algún Oscar de la academia del cine americano, Cortés aseguró que en ningún momento se le pasa nada de eso por la cabeza.
Finalmente, puntualizó que, pese a que Buried tiene como trasfondo la guerra de Irak, no pretende filtrar su opinión sobre el conflicto durante la película sino remarcar el carácter metafórico de la misma en la que, finalmente, el verdadero enemigo del protagonista es la burocracia, algo que, en opinión de Cortés, trasciende todos los ideales. Buried se estrena mañana en los cines de toda España.
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