Pingüinos armados con anticongelante

Viajar en moto en pleno mes de enero exige algo más que valor. Una pizca de preparación. Estos días muchos motoristas de la provincia desempolvan la montura, aparcada desde que empezaron las lluvias o el frío, y se acercan hasta la concentración para mezclarse con los que llegan desde todos los puntos de España y de Europa. Conviene, en este caso, acudir bastante preparado, sobre todo porque la sensación térmica en la moto se rebaja bastante a medida que sube la velocidad.

Los expertos en esta materia coinciden. Si no se tiene una indumentaria adecuada, mejor dejarlo para otro día o acudir de visita en coche. «La mejor equipación sería la ropa térmica, fundamental con 'wind stopper', que es el antiviento», resume Emilio Ramos, de Motorrad. El forro térmico con el que debe revestirse todo buen pingüino empieza por el interior. «Si debajo te pones un conjunto interior térmico puedes aguantar perfectamente hasta -5º y -8º. Es una ropa especial que controla la sudoración, corta el viento, y hace que no tengamos humedad dentro del cuerpo y se nota, regula la temperatura muy bien», asegura Sandra, de Motobasic. «Para la moto lo principal es que corte el viento, porque es la sensación térmica más fría», añade.

Manuel Baladrón, de Rayse Piaggio Center, hace especial hincapié en los grandes viajeros. « Si vienes de 200 kilómetros o más tienes que ponerte ropa térmica especializada, con pantalón y chaqueta. Luego la ropa normal y un pantalón de cordura, impermeable, y cazadora, impermeable y térmica». Y algo que considera «imprescindible», un sotocasco o una braga térmica «porque en la parte que te queda entre la cazadora y el casco entra frío y te enfría todo el cuerpo, y hay unos productos con 'wind stopper' que te quitan todo el frío».

Y no todo es cuestión de ponerse capas y más capas de ropa, como defiende Charo, de 'La Boutique del Motorista', sino de la calidad que tengan. «Las capas hacen mucho. Pero capas de ropa con membranas y tejidos específicos para el ámbito de la moto o del aire libre. Hay membranas que nos permiten tener mucha movilidad, tejidos que cuanto más finitos más nos abrigan, la tecnología ayuda muchísimo».