Viajes Marsans, la joya que puede evitar el naufragio

Gerardo Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual empezaron a edificar su imperio en los años sesenta, cuando, con apenas 25 años y la colaboración de las respectivas familias -en forma de capital y de vehículos- fundaron Trapsa, empresa de transportes. Díaz Ferrán se estrenó en el mundo laboral como cobrador ocasional en el autobús propiedad de su padre. Trapsa engordó con las privatizaciones de los servicios públicos de ayuntamientos madrileños, y su potencial venta a un fondo de capital riesgo británico podría contribuir ahora a paliar las deudas más acuciantes del grupo.

A Trapsa le seguirían Trapsatur, mayorista de viajes, y la empresa Pullmantur, orientada a los cruceros, puntas de lanza de la acción de los dos empresarios en el sector turístico. Vender Pullmantur en el momento oportuno a Royal Caribeann por 420 millones de euros aportó una liquidez que infló los proyectos del grupo. A lo largo de casi cuatro décadas, Díaz Ferrán y Pascual impulsaron decenas de sociedades, muchas fallidas.

Viajes Marsans, la joya del grupo, fue adquirida hace un cuarto de siglo en el proceso de privatizaciones. Ha concedido los avales para que Air Comet pudiera seguir funcionando en los dos últimos años. En la hoja de ruta de Díaz Ferrán y Pascual para superar la actual crisis figura su venta a Orizonia, si logra liberarse de las ataduras financieras que la amarran al resto.