Víctor Hugo bloquea el ataque del lateral húngaro Víktor Harsanyi. :: HENAR SASTRE
Pevafersa Valladolid 38-30 Arrate

Dos puntos y 300 victorias

El Pevafersa consigue su victoria 300 en la Liga Asobal, en un mal partido ante el Arrate Las lesiones y las exclusiones deslucieron el último partido del año en Huerta del Rey

MIGUEL ÁNGEL PINDADO

Domingo, 6 de diciembre 2009, 12:27

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Lo expresó perfectamente el técnico vallisoletano Juan Carlos Pastor al término del partido: «El miércoles ante el Ciudad Real pusimos el juego y ahora nos hemos llevado los puntos». Así de simple, sencillo y breve. Porque ayer el Pevafersa comenzó el partido con el pie izquierdo y pese a que nunca estuvo en peligro la victoria no logró romper el choque hasta bien mediada la segunda parte.

Y es que las cosas se torcieron prácticamente desde el primer minuto de juego. Bilbija es empujado cuando se disponía a lanzar y choca violentamente con su propio compañero Asier. El resultado, tres puntos de sutura para el esloveno en la ceja y otros dos para Asier en una oreja. Y no contentos con ello, Gurbindo también sufre un severo golpe en su pierna que le deja maltrecho y en el banquillo a los cinco minutos.

Aprovechando las circunstancias, los recambios de Pastor buscaron por todos los medios la manera de reivindicar la titularidad con desigual acierto. Zile ofreció una de las escasas jugadas espectaculares, cortando un balón en el contragolpe guipuzcoano y finalizando él mismo el posterior contragolpe local. Bilbija, en su regreso a la pista, anotó varios cañonazos de mérito. Ávila se lanzaba al contragolpe en cada jugada buscando un gol que finalmente consiguió. Víctor Hugo se empleó a fondo y volvió a ser el goleador que se espera. A Krivokapic le pudo la ansiedad y a Chuchi le costó encontrar su juego de muñeca.

Con todo, el Pevafersa se fue al descanso con cuatro goles de ventaja, augurando un plácido segundo tiempo. Nada más lejos de la realidad. Entre la defensa 5-1 del Arrate y las innumerables exclusiones (8 por parte del Pevafersa y 5 de los guipuzcoanos) el juego brilló por su ausencia, completamente deslabazado, sin precisión.

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Y en la aguas revueltas, los de Julián Ruiz intentaron pescar la sorpresa. Llegaron a colocarse a tres goles (27-24) en pleno desconcierto local, pero la diferencia entre ambos conjuntos era tan evidente que con un poco de orden en las superioridades, el acierto del veterano Svensson en la portería y la precisión de Rentero desde el punto de penalti fueron suficientes para sumar una nueva victoria, que supone la número 300 del BM Valladolid en sus veinte temporadas en la Liga Asobal.

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