
JESÚS BOMBÍN
Domingo, 6 de diciembre 2009, 02:39
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La luz del sol vuelve a rozar la muralla de Pintia tras más de veinte siglos sepultada. La ciudad, que vivió las fases de ocupación vaccea, romana y visigoda desde el siglo IV a. c. al siglo VII d. c., disponía de un recinto defensivo que ha emergido ahora, al excavar en las tierras de laboreo agrícola de Padilla de Duero.
Se trata de la primera muralla descubierta en una ciudad vaccea. Este hallazgo ve multiplicada su relevancia al haberse conocido esta misma semana que al pie del muro hay un foso que incluye un complejo sistema de defensa a base de postes de empalizada y muretes de piedra, lo que acentúa la trascendencia del yacimiento y cambia por completo la perspectiva que se tenía de un poblado que, en su época de esplendor (siglos III al I antes de Cristo), pudo albergar hasta cinco mil habitantes.
«Es un descubrimiento de un potencial descomunal», explica entusiasmado el arqueólogo Carlos Sanz Mínguez, artífice de las excavaciones que desde 1979 vienen ejecutándose en la zona a iniciativa del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, que dirige.
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