Miniaturas de cine

En lo que fue el presbiterio de la Iglesia de las Francesas está instalada ahora la casa de Onofre, el viejo taimado y charlatán al que dio vida Juan Antonio Quintana en el segundo largometraje de Santiago Lorenzo, 'Un buen día lo tiene cualquiera' (2007). Desde allí, la mecedora, cocina de gas, lámpara y un imposible cuadro esquinero, listo para decorar cualquier rincón, presiden la exposición que resume con casi cien obras el universo del cineasta, ilustrador y escritor. Los muebles, de tamaño normal, están situados junto a una mesa, silla y copas del Café del Norte, el otro escenario del filme rodado en Valladolid. Titulada 'Juguetería' y organizada por la Junta de Castilla y León y la Fundación Municipal de Cultura, la muestra reúne maquetas, objetos, bocetos, fotografías y fotogramas del otro filme del director, 'Mamá es boba' (1997), así como de los cortos de animación 'La cigarra y la hormiga' y 'Duendes de imprenta'. Son miniaturas y están acompañadas de piezas hasta ahora inéditas creadas para proyectos, como 'Sofá kilométrico', 'Mesa resistente de dos patas nada más', 'Dormitorio inaccesible', 'Cajón extra largo', destinado a guardar títulos de crédito, o 'Mueble feminimorfo', que su autor quiere reproducir industrialmente «porque es excitante».

Definidas por Lorenzo como esculturas secuenciales o piezas mueblerinas, están repartidas en cuatro espacios, acompañadas de explicaciones sobre el filme al que pertenecen o el escenario para el que fueron creadas, además de su funcionamiento y posición en el guión, mientras que una quinta parte acoge 14 dibujos del cineasta fechados entre 1983 y el 2005. En el conjunto, una mezcla de perfecta técnica y disparate, de seriedad y absurdo, de lógica y locura, envuelta en irónico humor, destacan obras como 'Mueble bar secreto', en el que penetran los bebedores; 'Grúa improbable' para retirar edificios averiados y que su autor pretende mantener derecha como muestra de orden dentro del caos, o 'Locomotora de cinco ruedas' en perpetuo equilibrio inestable.

Santiago Lorenzo, guionista, director y productor, es uno de los responsables del resurgimiento del corto español a principios de los noventa con 'Manualidades', nominado al Goya. Es además socio fundador de Lana S. A., una empresa de diseño y realización de escenografía, atrezzo y maquetas para cine, televisión y publicidad, y editará en marzo su primera novela, 'Los millones', escrita, según declaró ayer, «con el mismo amor que esta exposición».