Siete defectos, siete soluciones

No atraviesa un buen momento y ha dejado pasar oportunidades clave para un equipo que pretende estar entre los mejores. Después de la temporada más brillante de su historia, la afición del Pevafersa esperaba mucho más tras las incorporaciones de Svensson, Gurbindo y Scurek, pero las lesiones y un sinfín de pequeños factores han impedido que el conjunto vallisoletano mejore los registros del pasado año.

El entrenador Juan Carlos Pastor quiere ver la botella medio llena e insiste en que «al final todo se reduce prácticamente a tres goles que pudieron haber cambiado totalmente el signo de los partidos de CAI, Chehovski y Portland. Podíamos tener ahora 14 puntos en la Liga Asobal, pero estamos como el año pasado. En la Champions también nos podíamos haber anotado la victoria ante el Chehosvki. En nuestro favor debemos decir que somos de los menos goleados de la Liga».

Y en cierto modo no le falta parte de razón, si bien hasta el propio técnico es consciente de que su equipo debe cambiar mucho para conseguir el rendimiento óptimo. «Hemos mejorado en algunas cosas como la defensa y el balance, pero estamos fallando en contraataque y últimamente incluso en los ataques estáticos. Ahora les llegan menos balones claros a los extremos porque no subimos bien el contraataque y ello provoca que algunas veces se jueguen balones complicados y se produzcan más fallos».

Las lesiones, decisivas

Está claro que las lesiones han descabezado el equipo o al menos ha afectado a la espina dorsal. Las bajas prolongadas de Perales y Edu han provocado un enorme agujero en el sistema y no ha quedado más remedio que ir colocando parches. «Muchas cosas que teníamos preparadas no hemos podido utilizarlas todavía, como imponer un ritmo trepidante en la primera mitad. La ausencia de Perales obliga a un esfuerzo extra a Raúl. Jugar con los dos centrales ofrece una mayor variedad en la creación del juego y disponer de uno de ellos para iniciar el contragolpe es fundamental para conseguir goles rápidos y fáciles. También la baja del pivote Edu, que se encontraba en un momento dulce de juego ha trastocado el juego de ataque. En nuestro sistema el pivote es básico principalmente a la hora de hacer los bloqueos para conseguir ventajas, superioridades, lanzamientos, etc.», comenta Juan Carlos Pastor.

El problema es que en un equipo que juega en bloque, la ausencia de una pieza obliga a mover, aunque sea ligeramente, al resto y ello provoca desajustes, falta de confianza, etc, y no cabe duda de que hay ciertos puestos que son mucho más difíciles de cubrir.

Scurek debe aprender

En cuanto al problema con el pivote, Pastor tiene claro que «Scurek está mejorando, pero debe aprender a hacer los bloqueos para ayudar al equipo. Aqui no jugamos por libre, donde cada uno se busca la vida. Debe aprender a moverse en la línea como queremos y necesita más tiempo. Asier conoce lo que el equipo necesita».

Es imprescindible reconocer los defectos para encontrar las soluciones y el propio técnico, que sabe como nadie todos los pormenores de su equipo, el sistema que desea imponer y la forma de llevarlo a cabo, analiza los defectos del Pevafersa en este inicio de temporada y los remedios para convertirlos en virtudes.

De cualquier forma, Pastor también está completamente seguro de que «a medida que recuperemos a los lesionados y volvamos a estar todos, nuestro rendimiento mejorará en todas las facetas».