M. A. P.
Jueves, 1 de octubre 2009, 03:02
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En los Juegos Olímpicos de Pekín, Pastor sorprendió al balonmano mundial a colocar un portero-jugador en lugar del portero cada vez que su equipo estaba en inferioridad. Algunos pensaron que era una frivolidad, otros afirmaron que sólo se conseguía encajar un gol, pero lo cierto es que ha pasado un año y el estilo Pastor comienza a imponerse. El Naturhouse de Jota lo utiliza, y el Antequera, y ayer el Constanta también usó la misma estrategia al colocar al hábil Buricea como portero-jugador cuando estaban en inferioridad. Con buenos resultados. Pastor impone estilo en Europa.
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