ELENA RUBIO
Jueves, 17 de septiembre 2009, 03:19
Publicidad
Ventosilla y Tejadilla es una de esas localidades poco conocidas de la provincia a la que merece la pena acercarse. Su término municipal está formado por tres núcleos de población muy cercanos entre sí, Las Casas Altas, Tejadilla y Ventosilla, que están enclavados en unos entornos naturales de gran belleza, donde sobre la vegetación natural predominan buenos ejemplares de enebros y sabinas, sin contar las fantásticas vistas que se divisan del entorno en las tardes de verano cuando cae al sol.
Recorrer las calles de cualquiera de estos tres núcleos es descubrir que el reloj del tiempo se detuvo hace unas décadas, cuando el paso de los coches era casi inexistente y el único ruido que existía era el de la naturaleza.
Un ambiente relajado y tranquilo al que a muchos les cuesta desprenderse ahora al final del verano para acudir a otros puntos de la geografía nacional donde tienen fijada su residencia. Mientras tanto, los vecinos del pueblo, la mayoría de ellos de edad avanzada, disfrutan de paseos que unen los diferentes términos para luego descansar en alguno poyete o banco de piedra.
De este material es el monumento más significativo del término de Ventosilla y Tejadilla. Se trata de la iglesia de Nuestra Señora de Tejadilla, un templo de origen románico que conserva de esta época la cabecera semicircular.
Publicidad
Destaca la riqueza iconográfica de los canecillos de la cornisa y de los capiteles del arco triunfal, que son estudiados como ejemplo de la cultura popular durante la Edad Media. Se representan clérigos, oficios tradicionales, animales y seres fantásticos, siempre contraponiendo los conceptos del Bien y el Mal. Una circunstancia que también se da en el arco triunfal. En esta zona también se pueden observar unos capiteles en los que se labraron dos temas opuestos como la Adoración de los Reyes Magos y un prostíbulo, mostrando la virtud y el pecado.
El suelo del templo es todo de piedra, como en otras muchas iglesias. Sin embargo, en esta de Tejadilla las losas cubrían las sepulturas cuando los difuntos todavía se enterraban en el interior. Una costumbre que duró hasta el reinado de Carlos III cuando se prohibió realizar los enterramientos de esta manera y se trasladó el camposanto al exterior del templo.
Publicidad
Otro de los monumentos religiosos de este municipio es su crucero de piedra. Es un conjunto de bellas cruces labradas en piedra sobre pedestales que rememoran el Via Crucis con las catorce estaciones que hay desde que Jesús es condenado a muerte hasta que es sepultado.
Las cruces que se pueden observar son sencillas, sin ninguna decoración. Tan sólo en la cruz central de las tres que componen el calvario se pueden apreciar los símbolos de la Pasión, como son la escalera, la corona de espinas, los clavos y una cartela con la inscripción INRI. Además, la base de esta cruz tiene una inscripción labrada en piedra en la que se puede leer: «Este (C)alvario se yzo ha devoción de los vecinos de Bentosilla Año de 1799».
Publicidad
La ejecución de este calvario tuvo que ser inmediatamente anterior al que se realizó en Prádena ya que en documentos de la época escritos por el párroco de esta localidad se pide a los vecinos que aporten dinero para construir un nuevo calvario porque en las inmediaciones los hay de piedra «menos en Pradena, donde hay uno de madera carcomida».
El término municipal también cuenta con una vieja fragua convertida en Centro de la Juventud. Está construida con muros de mampostería revocada con cubierta a dos aguas.
Próximo pueblo:
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.