Adiós Pedro, hola Sisi

Es cuestión de horas. Y no muchas. Pedro León se saldrá con la suya, como es lo habitual en el mundo del fútbol, y se irá a jugar al Getafe de Ángel Torres. Un contrato de cinco años a razón de un millón y medio por temporada va a tener la culpa. Deslumbrado por el sonido metálico del euro, el jugador murciano vestirá casi con seguridad desde el próximo sábado el azul del cuadro madrileño.

Pero la jugada no le va a salir barata al jugador. Pedro León planteó el pulso al Valladolid en los términos habituales en un mundo tan materialista como el del fútbol: me quiero ir, así que empiezo a presionar y adopto una actitud displicente, un punto pasota. Me aislo, no hablo. Una posición que a muchos jugadores les trajo sustanciosos réditos. El problema para Pedro León es que esta vez se encontró con la figura de Carlos Suárez, y con la de un club que, por una vez en mucho tiempo, no sufría angustias de tesorería. Y Suárez respondió de la manera que se le suponía: o cláusula, o nada.

Al final, como suele pasar, no ha sido la claúsula íntegra, pero el Valladolid, eso sí, va a ingresar la misma cantidad que habría recaudad si se hubiera hecho efectivo el tope de rescisión que se refleja en los contratos: cuatro millones de euros, según ha publicado el diario 'As'.

La clave de todo el asunto estriba en los porcentajes. Pedro León le costó al club vallisoletano 300.000 euros. Fue una jugada maestra de Roberto Olabe, que supo estar en el momento oportuno en el lugar adecuado y fichar al jugador adelantándose al Recreativo. Pero una de la causas de que el fichaje fuera tan barato estribaba en que el club de procedencia, el Levante, se reservaba un porcentaje en caso de traspaso -no se olvide que el equipo valenciano está sometido a la Ley Concursal, y no puede impedir sin argumentos jurídicos que se obtenga un ingreso por venta de patrimonio si éste contribuye a minorar la deuda-, y que el porpio jugador compraba a su equipo de procedencia una parte importante, el 20%, de una futura transacción.

En resumidas cuentas, que si se pagaban 6 millones, montante de la cláusula, el jugador se llevaba 1,2 y el Levante, 900.000 euros, el 15%. Eso dejaba en las arcas del club de Zorrilla 3,9 millones, la cantidad que siempre ha exigido Suárez. El presidente le dejó claro a Angel Torres que la operación debía dejar esa cantidad en las arcas blanquivioletas, y que él vería como se las ingeniaba para lograrlo. El dirigente madrileño subió, pero de manera insuficiente, y todo pareció romperse.

Incapaz de doblegar la voluntad de Suárez, que negociando se parece mucho a Lendoiro y es capaz de doblegar por agotamiento a cualquier contrincante, Torres acudió a la única vía que le quedaba: lograr que el futbolista renunciara a su parte y negociar con el Levante, para que o rebajara o alargara el cobro de su parte. Parece que lo ha logrado.

Así las cosas, la situaciónal cierre de esta edición es que Pedro León es jugador del Valladolid mientras los presidentes se ponen de acuerdo en la forma de pago. El getafense quiere pagar una parte ahora, en torno al 40%, y establecer un calendario de pagos para el montante restante. Suárez, en cambio, quiere un pago inicial de más cantidad, en torno al 75%, y dos plazos por la cuarta parte restante. Y en esas están. Pero no hay muchas dudas de que acabarán llegando a un acuerdo, están condenados a ello.

Sisi, a la espera

El sustituto de Pedro León va a ser Sisi. Camuñas, no. Mendilibar quiee al rápido y pequeño interior albaceteño. Lo dijo claro desde que empezaron los rumores, y Olabe, de nuevo se movió rápido, muy rápido.

Sisi tiene un sueldo elevado, muy elelevado para la Liga Adelante, y el Recreativo no puede pagárselo. Así que desde el principio de la pretemporada le puso el cartel de transferible. Pero el salario del jugador es más que asumible por el Valladolid, al que las cifras del albaceteño le cuadran dentro del tope salarial.

Recreativo y Valladolid llegaron a un acuerdo hace mucho tiempo. Y jugador y Suárez, también. Él está deseando retornar a Zorrilla. Nunca ha ocultado que se equivocó iéndose, por el dinero, a Huelva. Ha reconocido que añoraba la intensidad de los entrenamientos con Mendilibar y el jugar con un estilo que se acomoda magníficamente a sus características. El acuerdo, por lo tanto, era inevitable.

Sisi, por el momento, sigue en Huelva, pero con las maletas hechas y puestas en la puerta de su casa, dispuesto a coger el coche y enfilar hacia el valle del Pisuerga en cuanto se lo diga su representante.

Y esa marcha está más cerca desde el mismo momento en el que Álvaro Antón se ha ido para la tierra de las gambas y el Jabugo. El mediapunta burgalés superó ayer el reconocimiento médico sin problemas, y en breve será presentado en Huelva. Su llegada implica una cierta rebaja en el traspaso de Sisi, pero no está vinculado directamente a él, como ayer se señalaba desde el club. Si al final Sisi no recala en Zorilla porque Pedro León no se va a Getafe, Álvaro Antón no se moverá del Nuevo Colombino.

Un culebrón del verano que toca a su fin.