Una burgalesa mata a su madre, ahoga a su hijo de 3 años y se deshace de los cuerpos
La joven se fue a trabajar a la feria de Vitoria después de cometer los crímenes Los vecinos alertaron a la Policía de la ausencia de la familia
R. SANTAOLALLA
Sábado, 8 de agosto 2009, 03:10
Todo comenzó con una discusión, una pelea entre madre e hija, como tantas otras, como muchas anteriores. La joven tiene un carácter fuerte, «solía armarla», dice un vecino. Pero esta vez se le fue la mano. O por lo menos así lo ha confesado la presunta parricida.
Tiene 27 años y se llama Teresa, aunque en Vitoria, ciudad donde trabajaba, la conocen como Cristina. Fue detenida este jueves en la capital vasca como presunta autora de la muerte de su madre, de 67 años, y de su propio hijo, de 3 años, en Burgos. Un doble crimen que fue cometido el pasado 2 de agosto, después de una fuerte discusión en la vivienda familiar donde residía la detenida, en el barrio de los Pisones de la capital burgalesa.
Los cuerpos fueron encontrados en la noche del pasado jueves por los agentes en dos puntos diferentes a las afueras de la capital, y después de que se tomase declaración a la joven, que llegó a confesar arrepentida «que se le fue la mano» después de una fuerte discusión con su madre.
Ésta es la principal hipótesis que barajan los investigadores, ya que en la inspección ocular efectuada en el piso de la calle Legión Española, número 15, no se han encontrado restos de sangre o armas. La investigación para resolver este dramático suceso se inició a mediados de esta semana una vez que los vecinos alertaron a los agentes de Burgos de que desde hacía días no se veía a ninguno de los miembros de esta familia.
Según explicaron fuentes relacionadas con este doble homicidio, durante la discusión con su madre la mujer la habría asfixiado utilizando posteriormente el mismo sistema con su pequeño. La joven estaba separada y tenía la custodia del hijo, y era la abuela la que principalmente se ocupaba del nieto debido a las ocupaciones laborales de la madre.
Tras el crimen, la mujer habría utilizado su coche para trasladar los cuerpos de los familiares fallecidos. A su pequeño, hasta un pinar cercano a la cartuja marista de Miraflores. El cuerpo de la madre fue hallado en el campo a unos 10 kilómetros de la capital y entre los términos de Villarmero y Sotragero, junto a la Nacional 623 que conduce hasta Santander.
Durante el arresto llevado a cabo en Vitoria por los policías de la Comisaría de Burgos, que intervinieron en colaboración con agentes de la Jefatura Superior de Policía del País Vasco, la joven señaló las zonas en las que abandonó de los cuerpos. Al ser de noche, los bomberos tuvieron que utilizar focos para poder encontrar los cadáveres.
La autopsia se realizó durante la jornada de ayer por orden del Juzgado de Instrucción número 4 de Burgos, que ha decretado el secreto de la investigación. Será la magistrada la que tomará declaración a la detenida en las próximas horas. Hasta ese momento, todo indica que la joven actuó víctima de una enajenación mental, y continuó su vida normal como si nada hubiera sucedido.
A Vitoria, en bus
Fuentes relacionadas con el caso indicaron que la mujer estacionó su coche en la calle, y se desplazó hasta su empleo temporal en Vitoria en autobús, donde había sido contratada para trabajar como camarera en una de las casetas que se han instalado estos días durante las fiestas de la Virgen Blanca en la capital alavesa.
La mujer se desplazó con un bonobús. Vitoria festeja sus fiestas patronales y los accesos a la ciudad están colapsados, lo que dificulta el aparcamiento. Precisamente, la inmovilización de su turismo en la capital burgalesa fue lo que levantó más sospechas entre el vecindario, alarmado días antes por las voces que se escucharon en la vivienda familiar.
Los vecinos habían alertado también a la Policía sobre la ausencia de la abuela, al no verla en los lugares acostumbrados. El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, explicó ayer que el suceso se había producido en un marco «de desestructuración familiar». Según algunos testimonios, la detenida tenía otro hijo fruto de una relación anterior.
«La abuela era una persona que debía tener un hábito de salir a la calle o lo que fuera, y no verla a los vecinos les extrañó y decidieron dar un aviso, creo que de forma muy adecuada. Es algo que hay que reconocer, porque ha sido esta colaboración ciudadana la que ha permitido iniciar una investigación que ha determinado finalmente el hallazgo de los cadáveres», explicó Berta Tricio, la subdelegada del Gobierno en Burgos, sobre la denuncia que determinó el inicio de las pesquisas.
En fuentes oficiales se aseguraba anoche que no había existido ninguna denuncia previa motivada por la fuerte discusión familiar, que sitúan el domingo, 2 de agosto.
Los cuerpos fueron hallados en diferentes lugares cercanos a la ciudad, uno de ellos en la zona de la Cartuja de Miraflores y el otro en un paraje entre las localidades de Sotragero y Villarmero, a escasos kilómetros al norte de la capital burgalesa.
Aunque la sustituta del Juzgado de Instrucción número 4 de Burgos ha llevado a cabo la detención y la investigación previa, con toda probabilidad será el titular del número 3 quien se haga cargo del sumario, toda vez que los homicidios habrían ocurrido el fin de semana pasado.
La detenida permanecía ayer en la Comisaría de Burgos, a la espera de pasar a disposición judicial. También continuaron las investigaciones para aclarar este suceso, que ha provocado una fuerte conmoción en este barrio del sur de la capital burgalesa.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.