MARIANO CAÑAS
Lunes, 15 de junio 2009, 02:42
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Santiago Alba Bonifaz, ex ministro de la Corona y diputado a Cortes por Valladolid, pone en marcha su idea de transformar en eléctricos los tranvías; su idea encuentra eco y apoyo del aragonés Basilio Paraíso; de este consorcio surge la idea de adquirir a la Sociedad Belga, que en esos momentos explotaba los tranvías, todo el activo social. La compra se formaliza el 1 de agosto de 1909; desde ese momento y hasta la constitución de la sociedad anónima el 25 enero de 1910, Alba y Paraíso apoyados por grupos financieros de Valladolid y Zaragoza gestionan cuanto es preciso para llevar a cabo el proyecto. La sociedad anónima se constituye con un millón de pesetas. De las 3.000 obligaciones emitidas hasta julio de 1911, se habían ofrecido al público 2.000 a 500 pesetas al interés del 5%. La suscripción se realizó simultáneamente en Valladolid y Zaragoza. El éxito no pudo ser más lisonjero
Obtenida la licencia para el cambio de tracción a eléctrica, en los terrenos cedidos por el Ayuntamiento en el Paseo del Príncipe se iniciaron las obras de construcción de la estación central, talleres, almacenes, viviendas... Al final de la concesión, que es por 60 años, entregarán al Ayuntamiento lo construido. El solar tiene 51.320 pies cuadrados, procede de la desamortización del Carmen Calzado.
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