El derribo de fachadas como las de la calle Labradores se multa con hasta 1,8 millones

La Concejalía de Urbanismo inició ayer los trámites para abrir un expediente contra la sociedad Promociones Euro Cosmos 21 S. L., propietaria de los edificios de los números 37 y 39 de la calle Labradores, por una infracción «muy grave» a cuenta del derribo completo de los inmuebles, que continúan ejecutando desde el viernes, haciendo caso omiso al decreto que ordenaba la conservación de sendas fachadas al contar con un grado de protección ambiental P4.

La empresa, que llegó a tener su sede en la calle López Gómez y que ahora está integrada en una constructora palentina, se enfrentará a sanciones que van desde los 600.0000 hasta los 1,8 millones de euros y tendrá, además, la obligación de «hacer una reproducción fiel de las dos fachadas para restablecer la legalidad», según anticipó ayer la concejala de Urbanismo, Cristina Vidal.

El propio jefe del departamento Casco Histórico fue el encargado de visitar por la mañana los trabajos de demolición, como ya hizo uno de sus técnicos el viernes, y elabora ahora un informe sobre cuyas conclusiones se abrirá el citado expediente.

La titular de Urbanismo incide en que «la declaración de ruina inminente dejaba muy clara la orden de conservar las fachadas y de mantener los elementos principales con apeos directos o cualquier otra solución técnica» y ahora, visto el resultado del derribo, los propietarios «tienen la obligación de restituir la legalidad».

Más atascos en el túnel

El procedimiento administrativo, sin embargo, llevará semanas y los dueños podrán presentar las pertinentes alegaciones para evitar las sanciones. El director facultativo del derribo, un arquitecto contratado por la empresa, ya explicó el viernes que, a su juicio, era imposible conservar las dos fachadas por «cuestiones de seguridad para los propios operarios».

Pero, aunque así fuera, la concejala recuerda que esa decisión debió pasar antes por los técnicos municipales. No fue así y la potente máquina que ejecutó la demolición con un brazo articulado de 27 metros de longitud lo primero que hizo fue empujar con la pinza del extremo las fachadas protegidas.

De las dos sólo queda ya el recuerdo y los obreros que en el futuro acometan la reconstrucción tendrá que contar con fotos para recomponer el exterior de dos inmuebles de finales del siglo XIX.

Las labores de demolición continuaron ayer y volvieron a causar numerosos atascos en torno al túnel de Labradores durante la mañana al mantener cortados dos carriles para retirar la maquinaria pesada, una labor que concluyó a las 13.00 horas.

Los trabajos, ya por la tarde, obligaron a cortar la calle Niña Guapa, además de ocupar un carril de Labradores.