JULIO G. CALZADA
Jueves, 7 de mayo 2009, 11:21
Publicidad
El edificio más antiguo de la historia del ferrocarril en Valladolid que se conserva en pie, el Depósito de Locomotoras diseñado por el francés Theophille Luc Ricour en 1863 albergará la mayor de las bibliotecas municipales de la ciudad. Con 60.000 volúmenes en sus anaqueles, la biblioteca duplicará en fondos a las diez ahora existentes, que tienen de 20.000 a 30.000 volúmenes de media para prestar. Su tamaño también es mucho mayor, ya que se calcula una superficie útil en torno a los 5.000 metros cuadrados.
El uso como depósito de libros salvará definitivamente de la ruina a la construcción más representativa de la historia ferroviaria vallisoletana, ya que sus características sirvieron de ejemplo para otras muchas estructuras similares en Europa, sobre todo en Francia, a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX.
El depósito perdió su utilidad, era uno de los principales centros de reparación y engrase de locomotoras en el norte de España, cuando en el año 1975 el rey Don Juan Carlos apagó el fuego de la caldera de la última de las máquinas de vapor utilizada en España. Su espacio ha servido desde entonces para casi todo. Desde depósito de viejas máquinas, coches y vagones en desuso, hasta aparcamiento de los trabajadores del Taller Central de Reparaciones de Renfe. Pero su precario estado de conservación han aconsejado en los últimos años prohibir el paso en la zona, ya que su estructura amenaza ruina. Lo paradójico es que la parte más arruinada de este gran edificio es, precisamente, la más moderna. La estructura de 1863 se conserva relativamente bien, mientras que la levantada en los años cincuenta del siglo pasado, en hormigón, deberá ser derribada en su totalidad, según indicó ayer el alcalde, Javier León de la Riva. Esta parte, que se considera irrecuperable, presenta también la peculiariedad de ser una de las estructuras en hormigón moderno de las más antiguas de España. Una característica que no la salvará de la piqueta. «Se construirá una estructura similar, que acompañe a resto», puntualizó León de la Riva, quien visitó la zona acompañado por la primera teniente de alcalde y concejala de Cultura, Angelines Porres y por el arquitecto Primitivo González, a quien la sociedad pública Valladolid Alta Velocidad ha encomendado un estudio de los problemas de la edificación y el catálogo de soluciones para mantenerla en pie.
El alcalde recordó que la ciudad contará con la gran biblioteca para la que hasta ahora no se había encontrado una ubicación. Ni dinero para construirla. Primero, porque se pensó en situarla en alguna de las construcciones del viejo Matadero, plan abandonado por falta de fondos. Después, porque la que planeada en la plaza de Colón ha sido desestimada por entenderse que este solar debe usarse como jardín, sin que rompa la perspectiva de la Estación Campo Grande. «Esta será la biblioteca cabecera de las municipales», anunció el regidor vallisoletano, quien enumeró otros edificios que se recuperarán. Entre ellos dos de los depósitos de agua, los más antiguos levantados en piedra, dos pequeñas construcciones junto a ellos y el dormitorio de maquinistas, si bien éste fue rehabilitado recientemente por Renfe.
Publicidad
Nuevas utilidades
«Lo importante, es que ya sabemos a qué dedicar este patrimonio cuando se rehabilite», comentó Javier León de la Riva, quien indicó que la biblioteca dispondrá también de áreas polivalentes para presentaciones y actos públicos. «Y lo más importante, en una zona, del nuevo Valladolid que ahora todavía ocupan los talleres de Renfe, que estará situada a siete minutos de la Plaza Mayor», dijo.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.