«Todo el mundo lleva un mono dentro»

El gorila más querido por los vallisoletanos nació en la temporada deportiva del 93-94. Hoy la fuerza de Tripitongo la encarna Miguel Ángel Salcedo Hernández, de 28 años, licenciado en Administración y Dirección de Empresas e Investigación y Técnicas de Mercado. Gran aficionado del deporte y dedicado a divertir a la afición del CB Valladolid desde hace tres temporadas.

-¿Quién se esconde debajo de tanto pelo?

-Un chico amante del baloncesto y del Club ante todo, fundamental para mi trabajo. Después, un chico racional pero muy extrovertido

-¿De dónde viene el nombre de Tripitongo?

-Surgió a través de una canción de Greta y Los Garbo titulada 'El Gorila Tripitongo'

-¿Qué le aporta ser la mascota del club?

-Sobre todo, la descarga de adrenalina, me desahogo. Yo creo que todo el mundo lleva un mono dentro. El primer partido choca un poco, pero después sacas el mono que llevas y fluye, vuela. También es asombroso ver la conexión que tienes con la gente.

-¿No cree que vacila demasiado al equipo contrario y a los árbitros?

-Sí, y me gusta, y sé que a la gente le gusta. La gente me lo pide. A los árbitros no les vacilo, les tengo mucho respeto. También vacilo a la afición para que animen.

-Sube encima de cuatro sillas en torre, se estampa contra la publicidad. ¿Un trabajo de riesgo?

-Tú puedes vestirte de mono, saludar, dar la mano a los niños y ya está. Pero a mí me sale así, me lo pide el cuerpo. A la gente le gusta y a mí me encantan las alturas.

-¿Una imagen que no se pueda quitar de la cabeza?

-Que un niño pequeño corra a por mi para darme un abrazo o incluso pedirme un autógrafo. Eso me llena. Otra fue que conseguí que Louis Bullock fallara un tiro libre, logré que se descentrara una décima de segundo y falló, no me lo creía.

-Tiene que acabar exhausto...

-Pierdo de tres a cuatro kilos por partido. Bebo unos tres litros de agua. Y hay veces que me dan mareos, que es cuando me tiro al suelo en medio del campo.

-¿Cómo son los vallisoletanos a la hora de animar?

-Los aficionados antes eran un poco fríos, pero es el pabellón el que les hace así, a base de darles caña van entrando en calor. Además es gente muy entendida, si les das buen baloncesto lo saben apreciar. Si le pides al público que anime, anima como el que más.

-¿Qué siente cuando ve las gradas llenas, las peñas animando, todos a una?

-Una gran conexión, el equipo y la afición están unidos. Quiero que la gente haga la ola más a menudo y yo correr a la vez por toda la pista, aunque sé que eso requiere más relajación en el marcador. Quiero más.