Los ecologistas aseguran que el proyecto de Guijasalbas estima una previsión de población exagerada

El panel presentaba un montaje fotográfico con el cañón de La Risca y una presa en medio para embalsar el río Moros. Lo mostraron ayer las asociaciones que junto al Ayuntamiento de Valdeprados y la Sociedad Geológica Española convocaron el acto de protesta contra el embalse de Guijasalbas, que consideran «totalmente innecesario». Las alegaciones que plantean contra el proyecto de la sociedad Aguas del Duero y de la Confederación Hidrográfica, actualmente en periodo de información pública, tratan de desmontar el argumento de que el embalse estaría justificado por las previsiones de aumento de población. Ya llevan recogidas más de dos mil firmas de apoyo.

Carlos Bravo, responsable de Centaurea, una de las asociaciones convocatenes, afirmó que el propio estudio de regulación del río Eresma del que surge el proyecto dice «que las necesidades de agua actuales están garantizadas actualmente con las infraestructuras existentes». El embalse Guijasalbas, el azud de Carbonero y el recrecimiento de la presa del Tejo son las otras dos infraestructuras previstas que se justifican en el estudio, señaló Bravo, para satisfacer las demandas futuras, porque dice que «Segovia va a pasar de 55.000 a 105.000 habitantes y que los pueblos de la zona van a multiplicar por dos o por tres la población».

Son unas previsiones que la gente de la zona no comparte, e incluso el Instituto Nacional de Estadística en sus previsiones de población indica que «para el 2018 toda la provincia de Segovia crecerá en 13.000 habitantes nada más. La mayor parte corresponderían a la capital, «siete u ocho mil habitantes, y no los 50.000 que dicen los planes para justificar estos embalses», comentó Bravo, y por lo tanto, «o las previsiones son completamente erróneas y los proyectos no tienen justificación alguna o es que hay algunos intereses ocultos que están presionando para hacerlos».

Presión urbanística

Centaurea y otras organizaciones ya han denunciado «la macrourbanización que quieren hacer en San Pedro de las Dueñas, en Lastras del Pozo, o las fases cuatro y cinco de Los Ángeles de San Rafael, que ya tiene serios problemas de agua».

A estos «intereses ocultos» se refieren las organizaciones ecologístas y también el Ayuntamiento de Valdeprados, pues las de estos proyectos urbanísticos serían las únicas previsiones de crecimiento de población en la zona, una estimación «disparatada» que no justifica el proyecto.

Las alegaciones recogen más argumentos que los relativos a las necesidades de la población. Entre los medioambientales citan que el terreno que anegaría el embalse está incluido en la Red Natura 2000 y contiene especies de flora y fauna protegidas por las directivas europeas, aunque destacan la afectación del paisaje y la geología, pues «el cañón fluvial de La Risca, excavado en rocas de gneis, es excepcional en Castilla y León y sólo existe otro igual en el río Nuria, en Gerona, por lo que la zona debería ser declarada y protegida como Monumento Natural»-

Esta declaración la defienden las organizaciones ecologistas, los expertos de la Sociedad Geológica de España, varias asociaciones culturales y el Ayuntamiento de Valdeprados, al considerar que cumple todos los requisitos de la Ley 42/2007, de Patrimonio Natural y Biodiversidad.

Si nos quitan La Risca...

La postura de muchos habitantes de la zona puede resumirse en las palabras del alcalde de Valdeprados, José Luis García Arribas: «Si nos quitarán la ruta de La Risca , el cañçón y el paraje emblemático sería como si a Segovia le quitaran el Acueducto, como si a los vecinos nos robaran parte de lo nuestro».

García Arribas pide sentido común a los políticos, a las instituciones y a quienes tengan que dictaminar el impacto ambiental «y vean que es un error gravísimo llevar a La Risca un embalse que va a destrozar el entorno del pueblo, que se mete en el casco urbano y va a causar un enorme daño medioambiental y la desaparición de Valdeprados». Así, el alcalde antepone el desarrollo sostenible al proyecto, inexplicable, dice, «si no hay de por medio intereses ocultos de instituciones, políticos o no se quién».