La Audiencia anula la sentencia que dejaba a la pastelería El Alcázar sin la marca del Ponche Segoviano

La pastelería El Alcázar de la Plaza Mayor de Segovia sigue siendo la única que puede vender con este nombre el afamado Ponche Segoviano, la tarta de mazapán, crema, yema, almíbar y azúcar glasé tostado, que tiene inscrita desde el año 1995 en la Oficina de Patentes y Marcas.

Una reciente sentencia de la Audiencia Provincial ha anulado el fallo en el que el Juzgado de lo Mercantil de Segovia declaró, en noviembre del 2007, la nulidad de la citada marca, al considerar que éste tribunal no es competente para resolver una cuestión que corresponde dirimir al Juzgado de lo Mercantil de Burgos.

La Audiencia Provincial no entra en el fondo del asunto que condujo a la familia García García, propietaria de El Alcázar a entablar un pleito contra el propietario de la vecina pastelería Limón y Menta de la Calle Real, Ángel Givaja Jiménez, por vender tartas con el nombre Ponche Segoviano.

Tampoco juzga las razones de Givaja para, en una demanda reconvencional, solicitar la nulidad de la marca registrada por la pastelería de la Plaza Mayor, solicitud que fue tomada en consideración por el Juzgado de lo Mercantil de Segovia.

Lo que dice es que este juzgado segoviano no era ni es competente para juzgar al asunto, dado que, de acuerdo con la Ley de Marcas, corresponde hacerlo al Juzgado de lo Mercantil de la sede del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad autónoma, que en el caso de Castilla y León está en Burgos.

Doble error

Ello significa que la familia García García cometió un error de competencia al plantear su demanda contra Givaja ante el Juzgado de lo Mercantil de Segovia y que el juez también se equivocó al admitirla a trámite y no remitir las actuaciones al tribunal competente, el juzgado burgalés.

El fallo de la Audiencia Provincial deja pues las espadas en todo lo alto y abre a los dos partes la posibilidad de llevar su conflicto al tribunal de Burgos. Judicial y legalmente, El Alcázar sigue atesorando la marca del Ponche Segoviano y puede demandar a las numerosas pastelerías y restaurantes que lo utilizan.

Pero en el ánimo de sus propietarios sólo está hacerlo contra la pastelería vecina, «por la confusión que crea en quienes vienen en busca del auténtico Ponche Segoviano, el nuestro, el que tiene la fama por su textura inimitable», explica Pilar García, copropietaria de la pastelería de la Plaza Mayor, y descendiente de Frutos García, creador del tradicional ponche que acompaña como postre a gran parte de los menús de la gastronomía segoviana.

A su vez, el propietario de Limón y Menta tiene abierta la puerta a plantear ante el Juzgado de lo Mercantil de Burgos su pretensión de que se anule la marca Ponche Segoviano registrada a nombre de los titulares de El Alcázar, tal y como ya consiguió del Juzgado de lo Mercantil de Segovia en la sentencia ahora anulada por un defecto de competencia por la Audiencia Provincial.

Un ponche pastelero

La inscripción de esta tarta en la Oficina de Patentes y Marcas fue solicitada en el año 1995, pero no fue hasta cinco años más tarde cuando fue conseguido por los García, con efectos retroactivos desde el año de la solicitud. Hubo de pronunciarse el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por las reticencias de la oficina a hacerlo, ya que consideraba que el nombre de 'ponche' era muy genérico y estaba muy extendido. El tribunal madrileño falló en favor del establecimiento segoviano aduciendo que el ponche estaba muy extendido en el sector de los licores, pero no en el de la pastelería.

El asesor jurídico de El Alcázar explicó entonces que el reconocimiento del uso exclusivo y excluyente de la marca no afecta a la elaboración de otros productos que imiten al original, siempre y cuando no se comercialicen con el nombre del patentado.

La noticia del registro del Ponche Segoviano cayó como una bomba en la pastelería segoviana, desde cuya asociación empresarial, su presidente, Jesús Manso, se mostraba perplejo. «Llevo treinta años en esta profesión y mis maestros ya conocían de los suyos la receta del ponche segoviano, por lo que no entiendo cómo se puede patentar algo tan antiguo; es cómo si alguien patentara la tortilla española o el cocido madrileño», afirmó Manso.