«La Guaja lleva vendiendo droga toda su vida y hasta más que los Monchines»

«Esta gente -por los Pelusos- no tiene vida social, se levantan a las once de la mañana y están todo el día trapicheando, y venga venta y venta, hasta que se van a dormir», declaró ayer uno de los agentes que testificó en la Audiencia Provincial durante la tercera jornada del maratoniano juicio contra el clan. Tanto es así, siempre según el testimonio del policía, que la madre del cabecilla, Lucía, 'la Guaja', «lleva vendiendo droga toda su vida y, en algunas épocas, hasta más que los propios Monchines».

El testigo fue el primero de los policías que hasta ahora han pasado por el tribunal en contar con claridad su «profunda convicción» del negocio al que se dedicaban los Pelusos hasta su desmantelamiento en el 2006. Y por eso le atacaron sin piedad los abogados del clan en su afán de demostrar la ilegalidad de las escuchas que desencadenaron la denominada 'operación Plata' y la ilegalidad, de paso, del arresto de su líder y un compinche. «Aquella noche les bajamos del coche, les cacheamos, encontramos 200 gramos de cocaína delante de ellos bajo el asiento del copiloto y les detuvimos después de leerles sus derechos», relató en este orden para desmontar la teoría de las anomalías en el arresto. También aclaró que llegaron a identificar «sin dudas» a los dueños de los móviles pinchados. Y el juicio, que durará días, continúa hoy con más declaraciones.