

Secciones
Servicios
Destacamos
DOLORES ALONSO
Viernes, 13 de febrero 2009, 01:54
Cuando llegué a Valladolid, todo el mundo hablaba de un tal hospital materno, con el que nadie sabía qué hacer. Al inaugurarse en 1991 la Residencia Alfonso VIII, parecía imposible que la gente la llamara por su nombre y no 'la del materno'; así que me reí hace poco, cuando una colega muy joven me preguntó si había oído hablar de un hospital materno que hubo en Valladolid. Y es que, mucho más que lo que va costando pedalear contra el viento, lo que a una le hace tomar conciencia del paso del tiempo es el cambio de barrios enteros por obras que parecieron historias interminables: el Museo de la Ciencia, la ronda interior sur, el nuevo hospital. Recuerdo que se hizo larguísimo el retraso en la cesión del Cuartel de Intendencia donde se construyó Filosofía y Letras.
En otro cuartel -el General Monasterio, uno de los de Delicias cuyo Peri acaba de anular el TSJ- leo a menudo, al pasar con la bici, un grafiti en su puerta cegada: 'Todo por la tapia'. Más vale tomarse con filosofía no sólo la espera sino esa realidad que lamenta la Federación de Asociaciones de Vecinos: que tengan que ser los ciudadanos los que velen por que sus administraciones cumplan la ley. Ojalá podamos seguir muchos años tratando de tú a tú a los gobiernos ante tribunales independientes.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.