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FIDELA MAÑOSO
Domingo, 25 de enero 2009, 12:32
Vinculado a la empresa sueca desde hace más de 20 años, Udo Knappstein lleva uno en España al frente de la Dirección de Expansión de Ikea Ibérica, y anteriormente ocupó este mismo cargo durante nueve años en Alemania, principal mercado de Ikea, donde cuenta con el mayor número de tiendas (más de 40), siendo el país que aporta mayor facturación del Grupo. En esta entrevista, Knappstein deja muy claro que el proyecto de Arroyo trasciende el ámbito meramente local, e insiste en que se trata de una iniciativa comercial y de ocio de ámbito regional.
-Todo parece indicar que en breve plazo les será concedida la licencia por parte de la Junta de Castilla y León, lo que les permitiría iniciar el proyecto. ¿Cómo valora estos casi tres años de gestión?
-Si, después de todo este tiempo ya sí que podemos afirmar que estamos a las puertas de obtener la licencia comercial y por tanto, un poco más cerca de hacer realidad nuestro proyecto para todos los castellanos y leoneses. El periodo de gestión está siendo muy intenso. Ha resultado un proceso complejo, especialmente porque hemos tenido que obtener diversos informes de diferentes administraciones públicas, pero lo más importante ahora es que esperamos poder ofrecer a los ciudadanos una oferta hasta ahora inexistente en esta comunidad autónoma. Creo que una iniciativa como la que nosotros proponemos es muy importante para esta comunidad pero especialmente en un momento como el actual, caracterizado por la destrucción de empleo y en el que muchas compañías se están replanteando sus estrategias y sus planes de inversión.
-¿Ha sido frustrante todo el proceso de tramitación?
-La tramitación urbanística ha seguido un calendario más o menos normal. Ha resultado compleja porque hemos tenido que obtener diversos informes de diferentes administraciones públicas, fundamentalmente en materia de medio ambiente y tráfico, pero lo importante en este momento es que este capítulo ya está concluido y que estamos cada vez más cerca de materializar una iniciativa que va a dinamizar la economía de Valladolid, va a generar empleo estable y va a ofrecer a la comunidad autónoma de Castilla León una oferta diversificada e inexistente hasta la fecha.
-¿En algún momento han pensado en tirar la toalla y buscar una nueva ubicación?
-No, Ikea siempre ha apostado por Castilla y León. Lo que sí es cierto es que, como toda compañía, las inversiones previstas cuentan con unos plazos determinados de ejecución. Si esos plazos se dilatan excesivamente o hay riesgo de que no puedan materializarse, es necesario plantear otras alternativas. Pero le puedo asegurar que el compromiso de inversión y generación de empleo de Ikea con Castilla y León ha sido siempre firme y decidido. Lo que sí es cierto es que si este proyecto no hubiera evolucionado en la tramitación, la decisión no hubiera sido seleccionar otra ubicación en Castilla y León, sino posiblemente otra en otro punto de España o fuera de nuestro país.
Nada arbitrario
-¿Por qué eligieron Arroyo?
-La ubicación no se ha decidido de forma arbitraria. Antes de inclinarnos por este emplazamiento barajamos todas las posibilidades existentes. Entendemos que esta ubicación cumple todos los requisitos que necesitamos en cuanto a dimensiones y accesibilidad para toda la zona de influencia. El error está en creer que este proyecto es sólo para Arroyo de la Encomienda o Valladolid. Esta es una iniciativa comercial y de ocio de ámbito regional, para todos los castellanos y leoneses, que hasta ahora se tienen que desplazar a otras comunidades autónomas para satisfacer gran parte de sus necesidades comerciales. Así lo hemos manifestado desde un principio, tanto a las autoridades y administraciones, como a los ciudadanos.
-¿Entiende la polémica generada en torno al proyecto?
-Ikea ha diseñado un proyecto pensando en las necesidades comerciales y de ocio de esta comunidad autónoma y no entendemos la polémica que ha podido generarse. Desde el punto de vista comercial estamos planteando una oferta inexistente hasta el momento en Castilla León que va a hacer la vida más fácil a los habitantes de esta región. Desde el punto de vista económico hablamos de una inversión de 200 millones de euros y la generación de más de 2.400 empleos, entre directos e indirectos, al margen de otros 2.000 durante el periodo de construcción. A esto hay que añadir que, por anteriores experiencias en otros puntos geográficos, Ikea ejerce de polo de atracción comercial y se convierte en un revulsivo económico del entorno donde se ubica. Así ha sucedido en lugares como Madrid, donde alrededor de nuestros centros han surgido áreas comerciales formadas, en gran parte, por pequeños y medianos establecimientos, incluso del ámbito del mueble y la decoración, que se benefician de ese poder de atracción.
-¿Se han encontrado en otros proyectos con tantos inconvenientes?
-No han sido tanto impedimentos como de complejidad de la propia tramitación del proyecto. Como he mencionado anteriormente hemos tenido que gestionar informes lo que ha dilatado considerablemente el proceso. Es muy importante para un proyecto de esta magnitud disponer de total apoyo político. Es cierto que la Junta podía haber iniciado mucho antes la tramitación de la licencia comercial, sin tener que esperar a que el expediente urbanístico hubiera concluido, y de este modo habríamos ganado tiempo, pero no podemos calificarlo de trabas por parte de la administración. Otra cosa es el debate que se ha podido generar en los medios de comunicación desde determinados colectivos, administraciones o grupos de interés.
-Los comerciantes vallisoletanos están preocupados con la llegada de Ikea. ¿Qué tiene que decirles?
-Los comerciantes de Valladolid deben entender que nuestro proyecto es complementario y no excluyente de la oferta actual en la ciudad. Con nuestra inversión, el Grupo Ikea sólo pretende poner a disposición de los habitantes de la comunidad una oferta comercial y de ocio que va a generar empleo y que además, estamos convencidos que va a ejercer de dinamizador económico de la zona.
-Consideran que el proyecto de Ikea es más inmobiliario que comercial...
-La tipología y el formato de las tiendas Ikea y los complejos comerciales que los acompañan no se conciben como centros comerciales de carácter local o urbano sino que se trata de verdaderos equipamientos de carácter regional, con un efecto de atracción sobre grandes áreas de influencia y esto es lo que se va a conseguir en Valladolid. Además, vamos a crear un efecto indirecto sobre la ciudad de Valladolid. Sabemos por muchas ciudades en las que tenemos presencia, que nuestros visitantes de larga distancia aprovechan la oportunidad de visitarnos para visitar también la ciudad. Hemos calculado que entre un 30 y un 50 % de nuestros visitantes aprovecharán esta oportunidad. De esta manera, más gente que nunca podrá disfrutar de la ciudad de Valladolid. Además, siempre hemos manifestado que los comerciantes y emprendedores de la zona también tienen cabida en este proyecto.
-El proyecto de Ikea lleva parejo un complejo comercial que acogería 111 tiendas. Si se limitara el establecimiento de estos comercios y servicios que aporta, ¿estarían dispuestos a seguir adelante?
-Nunca nos hemos planteado cambiar el formato de nuestro proyecto. La propuesta es la misma ahora que al principio. Desde el primer momento fuimos muy claros con las administraciones locales y regionales que nos dieron su apoyo. Los estudios de mercados que manejamos indican que el proyecto Ikea sólo es rentable en Castilla León tal y como está concebido.
-¿Se llevará a cabo tal cual ha trascendido?
-Desde que definimos este proyecto para esta región hemos tenido claro qué es lo que queríamos desarrollar y cómo lo queríamos hacer. Nunca lo hemos modificado. Representa un concepto singular e innovador nunca antes realizado en España. El hecho de contar con una tienda Ikea como locomotora, que será la primera en España totalmente integrada a un centro comercial cubierto, aportará una nueva experiencia de compra y de ocio a los ciudadanos.
Los plazos
-¿Qué previsiones tienen de apertura del complejo?
-Una vez concluido el periodo de información pública, que es le requisito previo para la concesión de la licencia comercial, y si se cumplen los plazos habituales, el Grupo Ikea cuenta con todos los recursos económicos y humanos para que el proyecto sea una realidad en las Navidades del 2010.
-¿Qué van a hacer en los 22.738 metros cuadrados que ocupará la zona de muebles?
-La tienda Ikea, que estará completamente integrada en el centro comercial previsto, será una de las más grandes de España con 34.000 metros cuadrados. Estará dividida en dos plantas, una de ellas de exposición de muebles y otra en la que se ubicará el almacén y las distintas secciones de complementos para la decoración del hogar. Expondremos muchas ideas de decoración del hogar y también dispondremos de un restaurante que ofrecerá tanto comida sueca como española.
-¿A cuánto asciende la inversión y qué previsión tienen de creación de empleo?
-La inversión prevista para el proyecto global es de 200 millones de euros y los puestos que se generarán son 1.600 puestos directos y 400 indirectos más 2.400 durante la fase de ejecución.
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