El glamour de Estefanía

El glamour se materializó ayer en Valladolid durante la reinauguración de un céntrico establecimiento hostelero de la mano de la modelo Estefanía Luyk. La hija de la también modelo Paquita Torres y del baloncestista Clifford Luyk, además de afincarse en Valladolid donde eligió como pareja hace ya algunos años al hostelero José Díez de Baldeón, da una paso más en su compromiso con esta tierra al entrar en el accionariado del bar restaurante Corinto.

La modelo dirigirá desde ahora este local al que el arquitecto de interiores madrileño Francisco Siles le ha aplicado un lavado de imagen para iniciar su nueva etapa 'child out', en la que la música estará presente desde el aperitivo hasta las copas. Estefanía Luyk señaló que su afición a la cocina le ha llevado a unirse a este proyecto, que le permite mantener su base en Valladolid.

También ejercieron de anfitriones de esta fiesta los accionistas José María Sanz, de la empresa Quadrifolio, y los bodegueros José y Javier Moro, de Emilio Moro, éste último acompañado de su mujer, Estrella Carrión. Todos ellos recibieron a Borja del Real Valladolid, y a su novia, Vanesa Digón; a la diseñadora vallisoletana Isabel Luaces; al empresario Luis Mollano; a Íñigo Fernández, de la empresa de comunicación Elástica, y a Mireia Arroyo; a las farmacéuticas Isabel Monedero y Beatriz Bravo; al arquitecto José María Llanos; al historiador Luis Ribot; al médico Juan del Río, y a sus amigos el dentista Rafael Pérez, Ángela de la Calle, y el protésico dental Julio Salaberri.

Entre los invitados se encontraban el alcalde, Javier León de la Riva, el presidente de los hosteleros, José Ramón García, y el responsable de comunicación de la Apeh, José Alberto Torrecilla. Los más madrugadores fueron Javier Hernández, de Cátering Gaonera, que colaboró en la organización del evento; el director del hotel Meliá Recoletos, Armando Reinoso, y el crítico taurino Santos García Catalán. Muy cerca se veía al hostelero Jesús Ramiro, del restaurante Ramiro's del Museo de la Ciencia, y su mujer, Carmen Merayo; al empresario jamonero Isidoro Blázquez; a Luis Sánchez, de Dislasic; al óptico Iván Blanco, de B&B, y a su primo Antonio Blanco, que llegó en compañía de su amigo Alfonso Urrea, del cercano bar Suizo.