Casos de redundancia
MARÍA ÁNGELES SASTRE
Sábado, 4 de octubre 2008, 03:32
Se entiende por redundancia el empleo de palabras innecesarias para expresar una idea o concepto por estar ya expresado con otras palabras o por sobreentenderse el mensaje sin ellas. Expresiones como bajar abajo, subir arriba, entrar dentro, salir fuera o hueco por dentro, por poner algunos ejemplos, son algunos casos de este tipo.
Cuando la redundancia se emplea como recurso literario suele hablarse de pleonasmo. Esta figura retórica consiste en añadir enfáticamente a un mensaje más palabras de las necesarias para su comprensión con el fin de embellecerlo o de añadir expresividad. Uno de los ejemplos más manidos es la expresión 'lo he visto con mis propios ojos'.
La redundancia es muy común en la conversación cotidiana. De ahí que esta semana pongamos sobre el tapete algunas expresiones redundantes en el sentido de que repiten innecesariamente información en cualquier mensaje y ocupan espacio sin añadirle información nueva a la comunicación.
Cuando se habla de abstinencia total, sobra la palabra 'total' porque abstenerse es dejar de hacer o de tomar algo. En las conclusiones finales de una reunión sobra la palabra 'finales', porque la conclusión implica fin o terminación. En completamente gratis sobra 'completamente' porque gratis se dice de algo que no cuesta dinero o que se obtiene de forma gratuita. Lo mismo puede decirse en 'el edificio quedó completamente destruido', en completamente desnudo, o en completamente seguro, aunque con 'completamente' se enfatiza más en la idea de destrucción, de desnudez o de seguridad.
Una constelación es un conjunto de estrellas agrupadas en una región celeste que forman, aparentemente, una figura determinada. Por eso es redundante una constelación de estrellas. Una crisis es una situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o de un proceso.
Es redundante, por tanto, hablar de crisis seria. El saludo es una palabra, expresión o gesto que una persona dirige a alguien cuando se encuentran o se despiden, como muestra de atención, respecto, cortesía o afecto. Es redundante, entonces, tanto el saludo de bienvenida como el saludo de despedida.
Solo se puede temblar o estremecerse a causa del frío, de la fiebre o del miedo. Por tanto, tiritar de frío, tiritar de miedo o tititar de fiebre, son expresiones redundantes. Entre los rasgos semánticos de la palabra 'proverbio' está el de 'tradición' o 'antigüedad'. Por eso resulta redundante hablar de un antiguo proverbio. Un regimiento es una unidad militar compuesta por varios batallones de una arma determinada y mandada por un coronel. Para precisar, habrá que hablar de regimiento de artillería o de regimiento de infantería, pero nunca de regimiento de soldados.
En sentido recto, una jauría solo designa un conjunto de perros que participan en la caza dirigidos por una misma persona. Es redundante hablar de jaurías de perros, y constituye una impropiedad léxica hablar de jauría de lobos o de jabalíes.
A veces oímos o leemos que el barco quedó a una distancia de cinco millas de la costa, expresión redundante porque la milla es una medida de longitud. Sería suficiente decir 'a cinco millas de la costa'. Lo mismo ocurre con sesenta kilos de peso, donde sobra 'de peso'.
Mucha gente reserva sus vacaciones por adelantado. Las reservas siempre se hacen por adelantado. Algo puede ocurrir en un lapso de tiempo de cinco minutos, ignorando que un lapso es una porción de tiempo. De algo que se ha dicho o hecho previamente, sobra 'previamente', porque implica anticipación. El horizonte es una línea donde parecen confluir la superficie terrestre y el cielo, observada desde cualquier punto alejado. Pero ¿cuántas veces han oído hablar de la línea del horizonte?
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