«No puedo dar ni un paso en Soria sin que la gente me felicite»
El soriano, cuyo padre ya fue capitán del equipo, marcó el tanto de la victoria ante el Barcelona
EFE
Martes, 2 de septiembre 2008, 03:51
Mario Martínez, jugador del Numancia y autor del gol ante el Barcelona, tiene problemas para dar un paso por el centro de Soria, en el día después de la sorprendente victoria, gracias a su tanto, ante el Barcelona dirigido por Pep Guardiola, ya que la gente «me para por la calle para felicitarme».
Su gol, logrado en el minuto doce de la Primera parte en Los Pajaritos, en el estreno de la cuarta aventura del Numancia en la Liga de las Estrellas le ha cambiado la vida, aunque Mario ya estaba consagrado en el equipo de Sergio Kresic, con el número siete, y siendo el único soriano en el once titular.
Desde la tarde del domingo, Mario Martínez Rubio, nacido en Soria un 25 de marzo de 1985, también pasará a la historia por ser el primer soriano que marca un gol en Primera división y que supuso «una alegría inmensa», reconoció.
Mario está «muy contento» y se refugia en los tópicos del fútbol con aquello de «lo importante son los tres puntos», dijo, pero, lo sucedido ayer ante nueve mil espectadores, en un partido lleno de desigualdades, la principal, como no, en el presupuesto, no tiene precedentes en Soria, ni tampoco en este humilde jugador de fútbol.
Algo cambió, desde que ayer, un pase de Bellvís desde la izquierda, al que no llegó Gorka Brit, fue a parar a la posición de Mario Martínez, que estaba sólo dentro del área, un poco escorado a la derecha.
No me lo pensé
«Me sentí sólo y no me lo pensé dos veces cuando vi salir a Valdés», recordó Mario, quien batió a Valdés con un disparo cruzado con la pierna derecha, que se tradujo en «doble satisfacción» por la importancia del gol, que al final daba los tres puntos a su equipo, y por su declarado madridismo, aunque esto, quiso dejar claro, «fue lo de menos» en este partido.
Las entrevistas con los medios de comunicación, «cerca de veinte», comentó, se han ido sucediendo a lo largo de toda la mañana, aunque el jugador dijo estar «tranquilo y con los pies en el suelo», porque es consciente de que la felicidad, en la vida y en el fútbol, es efímera y lo que hay que hacer es «agradecer a la gente todas las felicitaciones»
Mario Martínez explicó que el día en el que marcó un gol al Barcelona es «el más feliz de mi vida deportiva junto al que conseguimos el ascenso a Primera división» y no dejó pasar la oportunidad de dedicársele «a todos mis compañeros» por el trabajo efectuado desde el comienzo de la pretemporada.
Segunda generación
El Numancia siempre ha sido el equipo de Mario, entre otras cosas porque ya fue el de su padre, capitán del equipo soriano durante varios años, y en el que se ha formado desde infantiles, aunque su calidad era tan evidente que con esa edad jugaba en cadetes, y de la misma forma, en la categoría juvenil.
En su camino por el fútbol profesional fue cedido a Las Palmas, club con el que estuvo a punto de lograr el ascenso, y al Zamora, donde tuvo menos suerte que en el equipo insular, aunque, en verdad, el técnico que lo recuperó la pasada temporada fue Gonzalo Arconada, quien le dio la confianza suficiente para demostrar sus muchas cualidades como futbolista.
Mario Martínez, para terminar, eligió como el mejor momento «cuando me sustituyeron», dijo, entre una cerrada ovación, que nunca había recibido antes: «Me dio tiempo de mirar a las gradas y se me pusieron los pelos de punta», concluyó.
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