VALLADOLID

La plaza San Miguel será adoquinada una vez que sea eliminada la rotonda

La obra, que se prolongará durante ocho meses, recuperará las trazas del antiguo templo de San Pelayo, y volcará el tráfico hacia la franja entre León y San Antonio de Padua

VÍCTOR M. VELA

Domingo, 31 de agosto 2008, 00:09

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Por fin le llegó el turno. La Junta de gobierno del Ayuntamiento aprobó ayer la licitación de las obras de reforma de la plaza de San Miguel, un céntrico espacio de la capital que llevaba años reclamando un lavado de cara y cuya remodelación estaba en la libreta de asuntos pendientes del alcalde, Javier León de la Riva, quien desde hace meses anunciaba la inminencia y necesidad de unas obras que comenzarán, si nada se tuerce, a finales de este año. El proyecto será más ambicioso de lo inicialmente anunciado, puesto que no incluirá sólo la plaza de San Miguel, sino también las calles del entorno, como Doctor Cazalla, León, el tramo inicial de Concepción, Gardoqui y San Diego. Lo más evidente será la desaparición de la gran rotonda verde que hay en el centro de la plaza y la utilización de un nuevo pavimento que hermanará San Miguel con otra plaza cercana, la de los Arces, donde la coexistencia entre peatones y vehículos es más marcada. Las catas llevadas a cabo en el subsuelo han descartado la posibilidad (barajada en su momento) de construir un aparcamiento subterráneo, y al mismo tiempo han permitido documentar de forma más precisa los restos de la iglesia de San Pelayo, templo que ocupaba este lugar y que ahora recibirá un homenaje urbanístico. El pavimento reproducirá en el suelo las trazas de la iglesia (erigida en el siglo XI y derruida en el XVIII), que en su día estuvo situada en el centro de la plaza actual. Junto a este recuerdo se han diseñado dos lenguas de zonas verdes que sustituirán a la rotonda y que limitarán y condicionarán el tráfico por la plaza.

Diseño del tráfico

Así, los vehículos transitarán de forma prioritaria en el eje situado entre las calles León y San Antonio de Padua, mientras que el área situada en el entorno de la calle Concepción sufrirá menos la entrada de los automóviles, que estará reservada casi de forma exclusiva para los residentes. Una de las principales novedades será la posibilidad de circular por la calle León y, al ingresar en la plaza, girar tanto a la derecha (hacia Gardoqui) como hacia la izquierda (en dirección a San Blas). La liberación de tráfico entre Gardoqui y Concepción permitirá crear una nueva zona estancial con la instalación de bancos similares a los ubicados en Fabio Nelli. En el resto de la plaza habrá bancos corridos con asientos de madera y perfiles de acero, así como bancos de piedra de granito y agrupaciones de sillas de madera, con respaldo y brazos, junto a papeleras y una fuente de agua. La urbanización incluye la plantación de 27 nuevos árboles (se unen a los 18 ejemplares ya existentes), una doble hilera de tilos y ciruelos rojos en la plaza de San Miguel, además de arces en los límites de la plaza. En Doctor Cazalla se alternarán los arces con los madroños.

En total, los trabajos afectarán a una superficie de 9.200 metros cuadrados. Las obras no sólo se limitarán a la superficie, sino que también afectarán a las redes subterráneas de saneamiento y abastecimiento. La situación de los colectores es especialmente delicada en la calle Gardoqui (y su prolongación hacia la plaza de las Brígidas), aunque también afecta a la calle Concepción, donde las canalizaciones adolecen de problemas de antigüedad, con unos colectores prácticamente "destrozados", según explicaron ayer en Urbanismo. El Ayuntamiento aprovechará las obras (que requerirán una inversión de 1.995.748 euros) para enterrar los contenedores.

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