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Miguel Ángel de la Riva, padre del fallecido Sergio de la Riva, abraza al presidente de Pevafersa, Vicente Fernández, quien perdió en el accidente a su mujer y su hermana, en presencia de Tomás Villanueva y Mariano Gredilla, representantes de la Junta de Castilla y León. / REPORTAJE GRÁFICO DE G. VILLAMIL Y R. OTAZO
ESPAÑA

Familiares y amigos reciben los restos de Sergio de la Riva, fallecido en Barajas

«Han sido unos días de espera terribles» lamentó ayer el padre del joven directivo de Pevafersa y asesor del Balonmano Valladolid

S. M. H.

Martes, 26 de agosto 2008, 13:58

Decenas de familiares y amigos acudieron ayer al Tanatorio El Salvador de la capital vallisoletana para recibir los restos mortales de Sergio de la Riva Cuadrado, director de I+D+i de la empresa Pevafersa y asesor del Club Balonmano Valladolid, que falleció el pasado 20 de agosto en el siniestro aéreo de Barajas.

«Era más fácil que nos hubiera tocado la Primitiva que pasara esta desgracia», se lamentó el padre del joven, Miguel Ángel de la Riva, quien, acompañado de su hija Marian, atendió a los medios de comunicación, a los que confesó sentirse «aliviado» por la identificación del cuerpo de su hijo. El funeral en su memoria tendrá lugar esta tarde, a las 16.30 horas, en la capilla del mismo tanatorio, para proceder posteriormente a la incineración de los restos en el cementerio Parque El Salvador.

El féretro de Sergio de la Riva, de 32 años, llegó al tanatorio poco antes de las 19.00 horas. Allí le esperaban miembros de su familia, con su padre, Miguel Ángel, y su madre, Emma, a la cabeza y numerosos amigos, así como el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, que expresó su más «sentido» pésame y subrayó que «hemos venido a acompañar a la familia en esta tragedia tan tremenda y a aliviar el triste momento en lo que sea posible».

Villanueva acudió acompañado por el delegado de la Junta de Castilla y León en Valladolid, Mariano Gredilla. Ambos expresaron sus condolencias al propio presidente de Pevafersa, Vicente Fernández, que también se acercó al tanatorio y quien en el mismo accidente de aviación perdió a su esposa, Pilar Márquez y a su hermana, Julia Fernández. Los restos de ambas mujeres, directivas de Pevafersa, continúan sin ser identificados por la Policía Científica.

Agradecimientos

«¡Qué le vamos a hacer, se nos ha ido!», se resignó ayer apesadumbrado el padre de Sergio. «Ha sido terrible», comentó en referencia a los cinco días que han pasado en Madrid, «dando vueltas, arriba y abajo» a la espera de que identificaran los restos de su hijo. «Me llamarán, no me llamarán, ha sido horroroso», aseguró, en alusión a la incertidumbre vivida estos últimos días y a los comentarios que escuchó de algunos familiares de otras víctimas, por el estado en el que habían quedado algunos cuerpos como consecuencia del impacto y posterior incendio del avión el pasado miércoles 20 de agosto.

Miguel Ángel de la Riva agradeció a las instituciones, en especial a la subdelegación de la Comunidad de Madrid y a la Junta de Castilla y León el apoyo que les han brindado en los días transcurridos desde la tragedia aérea, en los que «hemos estado informados en todo momento de todo lo que pasaba». También tuvo palabras de gratitud para los psicólogos y voluntarios de la Cruz Roja, por su «fenomenal trato».

Sergio de la Riva viajaba en el MD-82 siniestrado por motivos de trabajo. Acudía al archipiélago canario «en un viaje de ir y volver» para inaugurar una nueva planta de energías renovables de su compañía Pevafersa. «Estaba lleno de ilusión por todos los proyectos que tenía», recordó apenado su padre. El fallecido también tenía que inaugurar la nueva nave de I+D+i en el Parque Tecnológico de Boecillo, y afrontaba con ilusión su reciente nombramiento como asesor de la directiva del Club Balonmano Valladolid, para el que había conseguido el patrocinio de Pevafersa en los primeros meses de este año.

Pésame del balonmano

Precisamente la plantilla del Balonmano Valladolid al completo -a excepción de los dos jugadores que han disputado los Juegos Olímpicos de Pekín, y el propio seleccionador, Juan Carlos Pastor- se acercó a última hora de la tarde de ayer para dar un abrazo a la familia del joven fallecido en estos dolorosos y tristes momentos.

El presidente del Balonmano Valladolid, Dioniso Miguel Recio. repetía ayer a las puertas del tanatorio los elogios que ha dedicado estos últimos días hacia el buen hacer profesional de Sergio. «Era un hombre dotado de unas condiciones maravillosas, condición e iniciativas», destacó.

El club vallisoletano tiene pensado realizar diferentes iniciativas para homenajear al que fuera su asesor, «pero vamos a esperar a que pase el dolor de la familia para ponerlas en marcha», puntualizó ayer Miguel Recio, que comentaba hace unos días la «realción tan cordial que tenía Sergio con su padre, más que padre e hijo eran amigos».

Entre estos homenajes póstumos, se baraja desde la entidad deportiva vallisoletana la idea de dedicar un trofeo deportivo a su memoria y ofrecer una misa de funeral.

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