TELECOSAS

Playeros

BOQUERINI

Domingo, 3 de agosto 2008, 03:42

Publicidad

E l viernes Cuatro estrenó programa, 'Ola-Ola'. Bueno, esto de estreno es un decir. 'Ola-Ola' es un 'Callejeros' de verano, en el que se ha cambiado las calles por las playas. 'Callejeros' está siendo una de las víctimas colaterales de la guerra a muerte que mantienen Mediapro y Sogecable. Producida por Mediapro y emitida por Cuatro, la cadena de Sogecable, resulta evidente que eso es algo que no iba a durar.

Pero como 'Callejeros' ha dado unos aceptables resultados de audiencia a Cuatro (en cualquier otra cadena las cifras habrían significado un desastre), la cadena no estaba dispuesta a renunciar a ello. Y como en televisión está todo inventado, se ha tratado de hacer lo mismo de 'Callejeros' pero sin que se note. 'Playeros' habría resultado demasiado evidente, así que el programa se ha quedado con un 'Ola-Ola', se ha cambiado las calles por las playas y a seguir.

Al menos durante seis semanas que es lo que han prometido que durará este recorrido por las playas españolas, aunque más que por las playas, a raíz de lo visto en el primer capítulo, el recorrido es por las gentes. Y a la vez y tras 'Ola-Ola', la reposición de uno de los antiguos 'Callejeros' dedicados al tráfico y a las infracciones en las carreteras.

Cabe reconocer que 'Ola-Ola' es un programa que produce satisfacción al crítico. No por su calidad, que no innova nada, sino por lo que muestra: Esa fauna que puebla nuestras playas en agosto, horteras de discoteca a pleno sol, funcionarios ociosos en bañador rascándose la barriga y marujas en bikini con todos sus michelines expuestos, hacen que uno de gracias por quedarse trabajando agosto y no mezclarse con semejante ganado.

Publicidad

El programa presentó de todo, gente tostándose al sol, trabajadores de los chiringuitos soportando la crisis, e incluso pescadores, que cuando capturan algún tiburón y no lo aprovechan lo devuelven al mar. Las playas dan para mucho, y 'Ola-Ola' mostró en esta primera entrega que en vacaciones se alcanza un nirvana especial sin que a uno no le importe lo más mínimo salir en televisión haciendo el ridículo. Ya habrá tiempo de arrepentirse cuando se vuelva a la oficina. Y si no que se lo digan a esas gitanillas de una playa del sur cantando unas coplas cuya letra no osaré reproducir aquí.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad