Contacto extraterrestre
Desde hace años, el peruano Sixto Paz afirma tener contacto con seres de procedencia extraterrestre
ÁNGEL DEL POZO
Miércoles, 16 de julio 2008, 03:24
Desde la más remota antigüedad existen extraños incidentes que parecen indicar la presencia en la Tierra de seres ajenos a nuestro planeta. En el desierto Sahara, al sur de la cordillera de Tassili, Argelia, se hallan más de cinco mil pinturas en distintas oquedades. Henri Lhote fue el primero en explorarlas, en 1933, y las bautizó como 'los marcianos'. Contienen una información detallada de la vida del hombre prehistórico, reproducen animales con gran fidelidad, pero junto a ellos extraños seres de enorme cabeza redonda provista de un solo ojo. ¿De donde sacaron esas extrañas representaciones los artistas que los plasmaron? ¿Por qué guardan tal semejanza con los modernos casos de contacto extraterrestre?
Otro ejemplo es el caso de los Dogon. Esta tribu africana vive en la República de Malí y, curiosamente, disponían desde hace más de cinco mil años de una información privilegiada en referencia a la estrella Sirio, imposible de adquirir sin los modernos conocimientos astronómicos.
En 1931 el antropólogo francés Marcel Griaule visitó por primera vez a los Dogon y descubrió que sus tradiciones más sagradas hablaban de una estrella compañera de Sirio y de la que, incluso, conocían el tiempo que tarda en completar su órbita. Los Dogon también sabían que es extraordinariamente densa y hablaban de una tercera estrella de la que, dicen, es mucho más ligera. Todos estos datos han podido ser cotejados, cinco mil años después, por D. Benest y J. L. Duvent quienes dedujeron en 1995 que la nueva Sirio C es una 'enana roja' quinientas veces menos densa que nuestro Sol.
Los conocimientos de la tribu viene dada por una extraña leyenda: «un Dios hacedor del Universo mandó a nuestro planeta a un Dios menor y éste trajo semillas de plantas, implantó a los animales y creó la primera pareja de humanos».
En las escrituras sagradas del hinduismo hallamos de nuevo alusiones a estos «instructores» extraterrestres y a la «importación» de algunos frutos, en este caso el trigo: «Frutos y granos, desconocidos sobre la Tierra hasta entonces, fueron traídos desde otras lokas (esferas o planetas) por los Señores de la Sabiduría». Precisamente allí se generó la leyenda de Osiris, el Dios egipcio que, entre muchas otras cosas, enseñó a los habitantes del Valle del Nilo a vivir en ciudades y la agricultura. Osiris, según la leyenda, descendió del cielo en un barco volador.
Son muchos los que aseguran que esos contactos con seres extraterrestres se siguen produciendo hoy en día. Quizás el contactado más afamado del planeta sea el peruano Sixto Paz, quien sostiene desde el año 1974 que mantiene contacto con seres ajenos a nuestro mundo. Paz, autor de cinco libros, estará a partir del próximo 24 de julio en la localidad zamorana de Villalpando para impartir una conferencia y un taller titulado: 'Despertando la magia del ser interior'.
Sixto Paz tuvo su primer contacto extraterrestre en 1974. Llevaba un año practicando meditación cuando su madre su hermano y él se plantearon «la posibilidad de utilizar nuestro cerebro como antena receptora natural», según explica él mismo. El 22 de enero de 1974, en la sala de estar de la familia Paz, «cogimos papel y lápiz, nos relajamos e iniciamos la concentración. A los 15 minutos vino a mí un deseo irrefrenable de escribir y el lápiz empezó a hacer garabatos, pero luego salieron una serie de palabras: 'Sala de hogar buena para comunicación. Me llamo Oxalc, soy de Morlen, luna de Júpiter. Ustedes le llaman Ganímedes, podemos tener contacto. Pronto nos verán'».
Al día siguiente la sala se llenó de personas que esperaban un nuevo mensaje de Ganímedes. Sixto no creía que fuera a pasar nada, «pero cuál sería mi sorpresa cuando en el nuevo mensaje de aquel día, el extraterrestre nos citaba el 7 de febrero a las 9 de la noche a 60 kilómetros al sur de Lima, en el desierto. Nos presentamos con 24 horas de antelación. Cuando llegó la hora de la cita, un objeto en forma de disco apareció por el horizonte y se situó a 80 metros de los allí congregados». Sintieron pánico y terror, «cada uno mirábamos al lugar hacia donde podíamos salir corriendo», nos comenta Sixto.
Los avistamientos continuaron. El que cambió el destino de Sixto Paz ocurrió en julio de 1974, durante el transcurso de otro avistamiento 'previa cita'. «Venía caminando por Chilca en compañía de otras veinte personas y de repente me encuentro sólo, dos kilómetros por delante de los demás. Ví una media luna dorada, brillante, en el suelo».
Era un 'xendra', una especie de puerta en el tiempo y el espacio. Paz asegura que medía 5 metros de diámetro y que se sentía atraído por ese extraño objeto. «Vi en su interior a un ser alto, de pelo largo, rasgos mongoloides...que me indicaba que me acercara». Sixto atravesó la luz, que le llevó «a un lugar muy distinto a Chilca. Al fondo había unas grandes cúpulas que según me dijo Oxalc eran la ciudad de Cristal o Matriz. Al fondo de un valle entre montañas se podía ver una ciudad compuesta por gigantescos domos o cúpulas de cristal, donde todo era redondeado y no había ángulos. De un momento a otro me encontraba a seiscientos millones de kilómetros de la Tierra».
El ser le habló de un gobierno conformado por un Concejo de 24 Ancianos, cuya labor, según explica el contactado «es impedir que nadie intervenga en tal o cual lugar de la Galaxia». «Me mostró también en una pantalla como de gas suspendida en el aire, de un color verde con fogonazos de color naranja, una serie de imágenes de lo que según ellos podría llegar a ser el futuro planetario, con las advertencias respectivas para que nos comprometamos con revertir el futuro», asegura Sixto Paz.
Los contactos han continuado a lo largo de los años, con multitud de avistamientos y vivencias; con nuevos pasos interdimensionales Xendra, que han involucrando a personas procedente de más de cuarenta países.
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