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JOSÉ C. SAN JOSÉ
Lunes, 2 de junio 2008, 02:28
El Numancia hizo ayer una demostración de casta y entrega para remontar un partido que parecía perdido al descanso y lograr un empate que le otorga el título de campeón de la Segunda división. Y eso que todo se les puso en contra a los sorianos cuando a la media hora de juego y con 0-1 en contra vieron cómo era expulsado su capitán Juan Carlos Mopreno, por doble amarilla. Lo cierto es que fue una expulsión rigurosa por parte de un Hevia Obras que no dio pie con bola.
Pero, dejando al árbitro a un lado, la realidad es que el Castellón fue mucho más efectivo en el arranque del encuentro. En el minuto 12, una buena jugada de Nakor por la derecha la remató de cabeza Pau para poner el 0-1. El Numancia intentó responder, pero ni Mario, ni Del Pino, ni Beranger, ni Moreno tuvieron fortuna. Menos aún el capitán, que se fue al vestuario antes de tiempo. El Castellón se creció y en una jugada similar, con Nakor entrando por la derecha y Víctor Salas rematando, parecía sentenciar el choque justo antes del descanso.
Pero el Numancia reaccionó y en el 3 de la reanudación Bolo remató espléndidamente de cabeza un centro de Felipe, logrando su primer gol del año, en la semana en la que anunció su adiós. Con diez el Numancia se hizo con el partido y buscó el empate, que llegó en el 62 en lanzamiento de falta por parte de Mario. Al final, el punto supo a triunfo y a campeonato.
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