Caminero se marcha por el «desgaste» sufrido en tres temporadas como director deportivo

Caminero y Carlos Suárez juntos, casi pegados hombro con hombro, en una mesa de tres metros de largo. Esa fue la imagen con la que José Luis Pérez Caminero quiso despedirse de la dirección deportiva del Real Valladolid, sin un mal gesto, sin una mala palabra hacia nadie y culpando de su adiós, únicamente, al «desgaste» de un cargo que ha afectado incluso a su vida privada. «Mentalmente estoy ahora mismo bloqueado, no tengo fuerzas para seguir», ha asegurado el ya ex directivo en una rueda de prensa multitudinaria y extensa, de más de media hora.

«No es presión, es desgaste, es estar 24 horas pendiente del club. Ahora mismo me voy a casa a descansar, a pasar página y a tener otro ritmo de vida, no el de estos últimos tres años en los que era imposible desconectar. Tengo claro que ahora mismo no voy a seguir en este cargo no sé cuánto tiempo, pero mínimo seis meses, seguro. Ahora mismo no tengo fuerzas para continuar y por eso lo dejo», argumentó.

La bisagra principal entre el presidente, Carlos Suárez, y la plantilla, se va en un momento delicado, justo cuando hay que confeccionar el equipo de la temporada que viene. Sin embargo, el propio Caminero ha advertido de que Mendilibar está totalmente al tanto de las operaciones que se pueden hacer. «Hay una serie de contactos con jugadores y el hecho de que no esté yo no va a dificultarlos, porque el míster siempre ha sabido qué jugador y en qué condiciones, y no va a variar. En los últimos seis meses el míster siempre ha tenido conciencia de cómo estaba la situación con esos jugadores», ha explicado.

El futuro inmediato de Caminero pasa por su casa, por un ritmo de vida más hogareño, más tranquilo. Pero sin olvidar el fútbol, claro. «Pienso en cambiar un poco el rumbo de mi carrera, intentar hacer el curso de entrenador y cambiar un poco el chip».