Plaza Lola Herrera
JUAN MANUEL CARRASCAL
Viernes, 23 de mayo 2008, 14:44
La ejecución de una obra pública conlleva, entre otros aspectos, la resolución de toda una serie de dificultades para alcanzar el fin perseguido. En el caso de la plaza Lola Herrera uno de los mayores problemas fue el lento y complejo proceso de expropiación, que retrasó la inauguración de este espacio público previsto desde hacía décadas hasta febrero del 2007; incluso hoy, pasado un año, hay cuestiones que los técnicos han sido incapaces de solucionar por su dificultad, pese a las insistentes y reiteradas demandas de los vecinos, como es el caso de los pasos de peatones en la calle Arca Real. Parece ser que por alguna razón desconocida no es posible hacer coincidir los rebajes de las aceras con los pasos de cebra, lo que provoca el absurdo de un paso de cebra señalando donde no existe rebaje y al lado un rebaje inoperante, en una zona de aparcamiento y frente a la calzada de la calle Tranque.
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