Un lugar imprescindible para observar aves

La Estación del Ave que proyectara el ministro Cascos, y que se ha quedado en un Puesto de Adelantamiento técnico, se encuentra en los vastos terrenos del término de Aguasal.

Un lugar de peregrinación para la observación de aves en la comunidad que se encuentra en un pequeño y legendario municipio ubicado a dos kilómetros y medio de Olmedo. Situado en una pequeña hondonada, cuentan que hubo un lugareño que empezó a picar en el suelo buscando agua, y como no salía, rezó: «Agua, sal», y de ahí viene el nombre, aunque la fama es por sus humedales, dos lagunas o cárcavas, dedicadas antaño a la cría de aves y hoy reserva ornitológica. Recientemente, gracias a una importante acción capitaneada por el Ayuntamiento y apoyada por la Diputación de Valladolid, se ha recuperado el caudal, gracias a la traída de aguas procedentes de la lluvia que se recogen en la vía del Ave.

De esta forma, permanecen todo el año vivas, siendo refugio para una gran cantidad de aves que enriquecen sobremanera el paisaje. Además, se han organizado para que la Mayor sea hábitat de pochas y otras aves y como valor paisajístico, mientras que la Menor, queda como abrevadero de ganado.

También con alegría podemos coger la senda que va desde el caserío hasta la fuente del Avellano, cerca del río Eresma, de la que emana un agua mineral privilegiada y que recuperó el señor Ulpiano. Continuando el paseo entre pinares, enseguida se divisa el conocido como 'Pino de las Piñas', que a sus 450 años ha alcanzado los 18 metros de altura y los 4,80 metros de diámetro.

En lo relativo al anecdotario, queda para el recuerdo la magna titularidad de sus festejos, de los que todavía hoy se narra lo acontecido el 19 de mayo de 1935, cuando resultó herido de muerte por asta de toro a los 30 años el mítico torero Juan Matos Gay 'Mataperros', natural de Medina del Campo, y para cuyo recuerdo reza una placa con los cuernos del morlaco colocado en el Salón del Plenos.

También cuentan sus vecinos que son tan vastos sus dominios que llegan desde la ermita de Sacedón, incluida ésta, hasta la propia estación del Ave, por lo que jamás parará el tren en Olmedo, sino que lo haría en Aguasal. Momento importante son las fiestas patronales en las que siguen procesionando a sus santos patronos San Jorge, el 23 de abril, al que posan sobre su roca recién recuperada para que mirando al Norte, regale unas buenas cosechas, y por otro lado a San Isidro Labrador, el 15 de mayo, una talla de la escuela de Ávila, que también sacan en procesión cobijado por un Baldaquino de columnas salomónicas.