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CARLOS ÁLVARO
Domingo, 16 de marzo 2008, 21:42
Será el primer aparcamiento inteligente que hay en Castilla y León, y uno de los pocos que funcionan en España. Se trata de un robot que te aparca el coche. Así de sencillo. El conductor sólo tiene que introducir el vehículo en una cabina que funciona a modo de ascensor, acomodarlo a un pallet en el que deben acoplarse las ruedas y salirse del elevador. Desde fuera, el usuario activa con su llave electrónica la operación de entrada del vehículo y puede retirarse. El sistema se encargará a través de un robot central de colocar el coche en una estantería de almacenamiento, así como de realizar el proceso inverso para la recogida del automóvil cuando el conductor lo solicite.
Este prodigio de la tecnología alemana se está construyendo actualmente en la calle Colón de Segovia, junto al edificio que alberga la Delegación de Hacienda, muy cerca de la Plaza Mayor. Su promotor es José Arranz Suárez, más conocido como 'Ñarra', que tomó la idea durante una visita que hizo hace años a Alemania y no ha desaprovechado la ocasión de implantarla en su ciudad natal. El 'parking', pues, es de naturaleza privada, pero el ejemplo no difiere mucho de los miniaparcamientos que el alcalde, Pedro Arahuetes, prometió construir en el recinto amurallado durante la campaña de las últimas elecciones municipales. Es evidente que, en caso de tratarse de un estacionamiento público o de rotación, la infraestructura debe llevar incorporado un sistema de control y pago.
El aparcamiento de la calle Colón irá equipado con un sistema robotizado LP que suministrará la empresa Park-in Robotizados, representante de la firma fabricante, la alemana Stolzer Parkhaus. Precisamente, el mecanismo se está montando en Alemania, a la medida exacta del hueco que debe ocupar en el solar segoviano. Este sistema LP está diseñado especialmente para emplazamientos estrechos y de hasta 100 metros de largo. Dispone de un robot central de distribución de vehículos y estanterías o nichos de almacenamiento a sus lados, de tal manera que los coches son colocados en posición paralela al carril de la máquina. El 'parking' de Segovia contará con 56 plazas, aunque una de ellas nunca será ocupada porque se corresponde con el hueco que el robot debe tener para maniobrar. Las estanterías suman cuatro niveles de aparcamiento, dos para coches de 1,60 metros de altura y dos para vehículos de hasta 2 metros, es decir, todoterrenos, según desvela Federico Piazza, director de proyectos de la empresa Park-in Robotizados.
La obra, terminada
El constructor está contento. La obra civil, que ha corrido de su cuenta, está casi concluida. Pero no ha sido una aventura fácil. «Empezamos en noviembre del 2006 con los estudios geotécnicos y las catas arqueológicas. Afortunadamente no salieron restos, por lo que los trabajos no han sufrido retrasos. Eso sí, ha costado mucho trabajo hacer el vaciado, porque el subsuelo estaba compuesto de roca caliza dura y mucha tierra. Ha sido muy complicado y costoso, pues para ello hemos utilizado muchas máquinas», confiesa 'Ñarra'. El solar está situado en la manzana de casas que se asoma a la calle Colón por un lado y a Herrería por otro, en un edificio muy antiguo donde estaba la panadería de Aurelio Gil, en pleno recinto amurallado. El proyecto prevé la construcción del aparcamiento con entrada por Colón y de dos viviendas y un local a los que se accedería por Herrería. El solar del 'parking' tiene más de 400 metros de superficie, aunque la infraestructura es completamente subterránea. Para ello ha hecho falta excavar más de ocho metros de profundidad. «Han quedado ocho metros libres, pero también hay que contar lo que hubo que excavar para hacer la cimentación. La obra ha sido muy compleja además porque lleva unos pilotajes especiales que sujetan los edificios anejos», apunta el constructor.
Plazos y precio
A casi año y medio de obras, hay que sumar los cinco o seis meses que costará fabricar el sistema robotizado y los dos meses que se requieren para trasladarlo a Segovia e instalarlo. Si todo marcha según lo previsto, el aparcamiento estará funcionando a finales de este mismo año. Después, habrá que completar la venta de las plazas, aunque 'Ñarra' reconoce que ya tiene algunas vendidas. Baratas no serán, porque su precio puede alcanzar los 80.000 euros.
«Es que se trata de una inversión muy grande -añade el promotor-, porque es una obra costosa. El robot cuesta mucho dinero -algo así como 24.000 euros por plaza- y a ello hay que sumarle la obra civil, tremendamente complicada».
José, no obstante, está convencido del buen rendimiento de una máquina que considera perfecta. «La tecnología alemana no tiene discusión alguna. Puede haber algún avería, es verdad, pero los sistemas están monitorizados vía Modem, lo que permite un diagnóstico preventivo de averías, localizando cualquier fallo que pudiera producirse. Además, habrá revisiones cada seis meses y veinticuatro horas hábiles de mantenimiento y atención a los clientes».
Luego está la preocupación del usuario por la seguridad, pero este aspecto está plenamente garantizado, según Federico Piazza, porque el conductor deja su vehículo aparcado en una cabina muy iluminada y de fácil acceso. Esto evita que el usuario deba caminar por zonas oscuras o por escaleras interiores para dejar o recoger el vehículo. «También el coche está seguro -explica Piazza- porque nadie, absolutamente nadie, salvo el personal de mantenimiento, puede acceder a pie al lugar donde está colocado. Los vehículos tampoco sufren actos vandálicos, robos o los simples roces o golpes que suelen causar otros usuarios del mismo aparcamiento. Ni el robot toca los coches, porque sólo transporta el pallet o bandeja sobre la que va el automóvil. Además, el conductor puede dejar el coche abierto si quiere, pues nadie se lo va a poder abrir». Tampoco se produce una acumulación de gases en el interior del estacionamiento, porque los coches descienden con el motor apagado, transportados por la máquina hasta su nicho. Las operaciones de entrada y salida de un vehículo oscilan entre los 90 y los 180 segundos.
En España no abundan este tipo de aparcamientos inteligentes. Según Park-in, sólo existen dos de carácter público, uno en Barcelona y otro en Vigo, con unos diez años de existencia cada uno. En Madrid también los hay, pero de carácter privado, como el que se está construyendo en Segovia. «Yo lo vi hace mucho tiempo en Alemania y cogí la idea -interviene 'Ñarra'-. Creo que este es el primero de este tipo que se hace en Castilla y León. En líneas generales, se trata de una buena idea, porque rentabiliza mucho el espacio, y en nuestro caso está al lado de la Plaza Mayor, en pleno casco antiguo».
El alcalde Arahuetes ya tiene un ejemplo en el que fijarse para solucionar el problema del tráfico y la movilidad en el recinto amurallado. Sólo falta presupuesto y ponerse manos a la obra.UN APARCAMIENTO ROBOTIZADO
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