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La Casa Consistorial, en la Plaza Mayor de la villa. / FRAN JIMÉNEZ
VALLADOLID

Historias y leyendas

El rey Felipe IV otorgó en el año 1633 el rango de villa a la localidad de Ataquines

PATRICIA GONZÁLEZ

Sábado, 19 de enero 2008, 01:28

Versan varias leyendas sobre el origen de este pequeño pueblo vallisoletano, situado a tan sólo cinco kilómetros de la provincia de Ávila. La primera de ellas afirma que este municipio recibió su denominación gracias a unos montículos denominados 'ataquines'. Pero la que más interés despierta entre los visitantes de esta noble villa, es que en durante uno de los viajes de la Reina Isabel la Católica, de Medina del Campo a Arévalo, a su paso por este municipio, se la desató el cordón de seda de uno de sus zapatos, y en ese preciso momento ordenó a su doncella, llamada Inés, que se lo atara, con lo que la reina exhortó con firmeza: «Ata aquí Inés». Pero después de estas dos anécdotas, que perduran en la memoria de los ataquinenses más longevos, la realidad es que fue en 1633 cuando Felipe IV concedió el rango de villa a dicha población; desde esta época, esta comunidad de vecinos ha vivido los cambios ajustándose a las necesidades actuales.

Esta villa de 800 habitantes hará las delicias de los visitantes, ya que debido a su excelente ubicación entre la provincia de Valladolid y la de Ávila, recibe miles de visitas cada año. Además «su cercanía a la capital de España es una de las mejores cualidades que tiene», dice su alcalde, Jesús Valero Llorente. Y es que además de poseer una amplia red de servicios, como farmacia, varios restaurantes y bares, centro cívico, donde a lo largo de todo el año se llevan a cabo diversos cursos como gimnasia de mantenimiento, aeróbic, bailes de salón o de las corrientes caribeñas como salsa, merengue o bachata, informática e inglé; un polideportivo de reciente construcción donde los habitantes de la villa pueden acercarse y realizar sus actividades deportivas favoritas, los visitantes o 'forasteros' como los suelen denominar los más antiguos de municipio podrán visitar la iglesia Parroquial de San Juan datada en el siglo XVII y que en la actualidad se encuentra en bastante buen estado de conservación gracias a las obras que en ella se están realizando.

Esta Iglesia, construida en muros de ladrillo, se levanta en el mismo emplazamiento en el que en su día se alzó una fortaleza, de aquí que muchas de las tardes estivales, los jóvenes del pueblo se reúnan entorno al 'castillo'.

A pesar de encontrarse alejada de la cuna del vino de la comarca, Ataquines posee vinos blancos con denominación de origen Rueda. Al margen del vino, si los turistas deciden visitar estas villa durante alguna de sus celebraciones, como el 29 de agosto, donde los ataquinenses celebran San Juan, podrán degustar la comida típica de la zona como es el lechazo en sus hostales y hoteles restaurantes como 'Los Arcos' o 'El Galgo'.

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