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La protagonista de 'El Gatopardo', Claudia Cardinale. / JACK GUEZ-AFP
VIDA Y OCIO

«Soy muy libre y no me gusta la gente posesiva»

PPLL

Domingo, 2 de diciembre 2007, 02:36

Nació en Túnez en 1939, se crió en Italia y vive en París. Pero ayer, sábado, Claudia Cardinale conquistó Sevilla. La actriz, que asegura conceder muy poca importancia a la belleza y detesta la cirugía estética, lució espléndida en el homenaje que le dedicó la semana pasada el Salón Internacional del Caballo (Sicab).

Mujer independiente, de sangre siciliana y fuerte temperamento, como demostró en su día al defender con dignidad y orgullo su papel de madre soltera, la Cardinale ha sido además musa de genios como Fellini y Visconti, y atesora en su carrera películas míticas como 'El Gatopardo', 'Rocco y sus hermanos', 'Ocho y medio' y 'Fitzcarraldo'. A Sevilla ha llegado acompañada de su hija, Claudia Squitieri, que tiene la misma edad que su nieto.

-¿Le trae muchos recuerdos Sevilla?

-He rodado muchos filmes en España. Entre otros, 'Las Petroleras', en 1971, pero los recuerdos quedan ya lejanos. Sevilla, no obstante, con sus palacios y sus palmeras me recuerda a Túnez, donde nací.

-¿Nacer en África marca?

-Son mis raíces. En realidad, en mi familia hay un montón de generaciones de origen siciliano. Así que soy italiana de nacionalidad, siciliana de origen, por mis ancestros, y de cultura francesa, porque estudié en francés.

-¿Cuál es su relación con el cine?

-Buena. Tengo dos proyectos cinematográficos para el próximo año. Y no he parado de hacer teatro: Pirandello, Tenessee Williams...

-Dicen que el cine es cruel con las actrices maduras.

-Yo soy una actriz muy difícil, independientemente de mi edad, porque he trabajado con grandísimos directores y pido mucha calidad en lo que hago.

-Vive en París...

-Sí, desde hace mucho tiempo, 18 años.

-¿Por qué ha elegido esa ciudad?

-Porque vivo muy bien allí. En París hay un respeto enorme por los artistas. No tengo guardaespaldas ni chófer. Puedo pasear sola, la gente me respeta.

-¿En Italia hay demasiados 'paparazzi'?

-En Italia, desde que salgo por la puerta siempre hay alguien detrás, ya sean fotógrafos o gente en general.

-¿Ha sufrido las huelgas parisinas?

-No me hable. Ha sido dramático. Todo estaba colapsado. Espero que se termine por completo, porque ha sido demasiado.

-¿Le echa la culpa a Sarkozy?

-No, no. Yo creo que él ha cumplido con su deber. A mí Sarkozy no me disgusta. En realidad, en Francia le cae bien a casi todo el mundo. Está teniendo mucho éxito.

-¿Qué recuerda de Fellini y Visconti?

-Momentos maravillosos. Sobre todo, cuando me tocó rodar a la vez 'El Gatopardo' y 'Ocho y medio'. Tenía que estar casi en los dos sitios a la vez. Aquél fue el verdadero despegue de mi carrera. Luego fui a Hollywood, Latinoamérica, Australia... He trabajado en el mundo entero y he recibido premios en Berlín, Venecia...

-¿Qué importancia ha jugado la belleza en su carrera?

-Muy poca. Lo realmente importante para una actriz es el hecho de comunicar emociones al público. La belleza no es nada, lo fundamental es lo que transmites.

-¿Le preocupan las arrugas?

-Nada. El paso del tiempo a mí no me asusta. De hecho, jamás me he hecho un lifting ni nada de eso. Es todo natural.

-Pues no es muy normal en una actriz.

-Ya lo sé. Pero yo soy como soy... Mire, para hacer este trabajo, el de actriz, debes ser muy fuerte en tu interior, porque si eres débil, entonces mejor dedícate a otra cosa.

Solidaria

-Siempre se ha dicho de usted que es muy fuerte tanto física como moralmente. ¿Le viene de familia?

-Absolutamente, lo soy, ja, ja... Y desde siempre. Cuando era pequeña me hacía pasar por un chaval porque detestaba que dijeran que las niñas eran débiles. Ya entonces era tremenda. No sé si me viene de familia o está en mi temperamento. Nací un 15 de abril, soy Aries. Dicen que tenemos mucho carácter, mucho genio. Yo, desde luego, no bajo nunca los brazos, no me doy por vencida.

-Creo que está muy implicada en causas solidarias.

-Soy embajadora de buena voluntad de la Unesco para las mujeres, desde hace muchos años. Y también me ocupo del planeta, de la lucha contra el sida, de los niños de Camboya... Lucho en muchos frentes.

-¿Y cómo es de puertas adentro, la típica 'mamma italiana'?

-¿Para nada! Soy muy independiente. Yo le di la libertad a mi hijo, Patrick, muy pronto. A los 14 años le dejé solo. Vivía en el mismo edificio que yo, pero consideré muy importante que él se hiciera responsable de su vida. Con 18 años se fue a Nueva York. Siempre les he dado mucha libertad a mis hijos.

-Fue muy moderna en su día, como madre soltera.

-Lo sé. Pero es que yo soy muy independiente, muy libre. A mí no me gusta la posesividad, ni la gente posesiva.

-¿Si pudiera cambiar algo en su vida, lo haría?

-Absolutamente nada.

-Está orgullosa de todo lo que ha hecho...

-No, pero estoy convencida de que el destino es lo que es. Todo está escrito en el cielo, lo que vas a llegar a ser y lo que no. Las cosas que no se han hecho es que no debían hacerse. Por otro lado, me siento una persona tremendamente afortunada.

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