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ANA NUIN
Martes, 30 de octubre 2007, 10:39
Las comarcas de Alba y Aliste por fin tienen un nuevo puente sobre el embalse de Ricobayo tras 15 años de lucha para hacer realidad «una reivindicación justa y lógica», como reconoció ayer el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que destacó que con esta infraestructura, que ha costado 13,5 millones de euros «y que merecía la pena hacer», esta zona del oeste de la provincia «tiene futuro en Castilla y León y en España».
La inauguración del viaducto acabará con la situación de aislamiento efectivo ocasionado por la falta de infraestructuras y servicios adecuados, que ha conllevado la constante pérdida de población en estos municipios. Aunque por sí solas no garantizan el desarrollo, este tipo de infraestructuras son «imprescindibles», destacó Herrera, que puso este puente, en el que la Administración regional ha invertido seis millones de euros, como un ejemplo del «claro compromiso» con Zamora, que también se plasmará en el nuevo plan regional de carreteras para el periodo 2007-2012, con intervenciones de mejora y modernización en 300 kilómetros de la red de titularidad autonómica en la provincia.
Con el plan que está a punto de concluir, las inversiones en carreteras de la provincia por parte de la Junta han ascendido a 100 millones de euros, a los que se suman los 20 millones presupuestados para el 2008, según recordó el jefe del Ejecutivo, que estuvo acompañado por el consejero de Fomento, Antonio Silván.
El nuevo puente que comunica Alba y Aliste con la capital, que sustituye al construido en el año 1935, muy deteriorado y tan estrecho que no permite el paso de dos vehículos a la vez, supone la obra de mayor envergadura y coste en toda la historia de la Diputación, como reiteró ayer su presidente, Fernando Martín Maíllo, que se mostró eufórico por la culminación de un proyecto que, según dijo, es fruto del diálogo de los habitantes y alcaldes de la comarca con la Diputación y la demostración palpable de que «la utopía todavía es posible en política».
Pero q uien desbordaba alegría era la alcaldesa de Manzanal del Barco, Ana Isabel Baena, que afirmó que este 29 de octubre pasará al calendario de la memoria colectiva de la comarca como «un día feliz» por la consecución de la infraestructura «por la que tanto hemos luchado» y que «parecía que nunca iba a llegar».
Sus palabras fueron aplaudidas efusivamente por el centenar largo de vecinos que ocuparon la carpa donde se pronunciaron los discursos después de un recorrido por el nuevo viaducto, y que también ovacionaron el anuncio del presidente de la Diputación de Zamora de que el nuevo empeño del equipo de gobierno, una vez concluida la «histórica obra», será el arreglo de la deteriorada carretera local 1405, que enlaza catorce pueblos de la comarca con la capital, una actuación para la que no dio fechas y que los habitantes de la zona reclaman con más de un millar de firmas.
Tras dos años de protestas y movilizaciones de los pueblos afectados para conseguir la nueva estructura, los esfuerzos se volcarán ahora en lograr la mejora de la carretera que discurre por los municipios de Zamora, La Hiniesta, Andavías, Palacios del Pan, Manzanal del Barco, Carbajales de Alba, Muga de Alba, Losacino, Vegalatrave, Gallegos del Río, Valer, Bercianos, San Vicente de la Cabeza, Palazuelo de las Cuevas, Torres de Aliste, Pobladura del Valle y Mahíde.
Ejemplo de colaboración
La cooperación entre instituciones fue el hilo conductor de todos los discursos, que escucharon también el presidente de la Cámara de Comercio e Industria, Manuel Vidal, y los responsables de la confederación CEOE-Cepyme. Financiado por la Junta de Castilla y León, con seis millones, la institución provincial, que ha aportado 3,2 millones y los fondos Feder, que han financiado el resto, hasta completar los 13,5 millones, el puente de Manzanal del Barco es un ejemplo de esa colaboración «en el que se visualiza la importancia que para Castilla y León han tenido, tienen y seguirán teniendo los fondos europeos administrados por el Gobierno de la nación y la propia Junta. Es la prueba de que nos interesa, de que somos Europa».
Estas declaraciones de Herrera suscitaron malestar entre los cargos socialistas presentes en la inauguración. La portavoz de PSOE en la Diputación, Rosa Muñoz, que acudió al acto acompañada por el jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Zamora, Carlos Hernández, criticó las «referencias de pasada» a la aportación estatal al proyecto, «cuando recientemente se estaba criticando al Gobierno central por el reparto de remanentes».
También incidió en la necesidad de contar con fondos de otras administraciones el responsable de la institución provincial, que destacó que gracias a estas aportaciones la Diputación ha podido afrontar una obra de esta dimensión, que ha supuesto todo un reto tanto técnico como económico, «sin hipotecarse». Para dar una idea de la envergadura de la actuación, Martínez Maíllo recordó que la institución maneja un presupuesto anual de 71 millones de euros.
Después de años de quejas y protestas que no cesaron ni con el inicio de las polémicas obras, en julio del 2005, la entrada en servicio de la nueva estructura viaria, que ha sido realizado por la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), permite cerrar al tráfico de vehículos el viejo, que está situado a escasos metros. Aunque en su día se barajó la posibilidad de demolición, finalmente la Diputación se decantó por la conservación de la actual infraestructura como paso de ganado.
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