La gira de Christina Rosenvinge y Nacho Vegas recalará en Valladolid
La pareja, una de las uniones musicales más sorprendentes de la temporada musical, tocará con su banda en el Teatro Cervantes el 25 de noviembre
JUAN DE BONROSTRO
Lunes, 22 de octubre 2007, 02:19
Los caminos de Nacho (Vegas) son inescrutables. Si hace un año nos sorprendía compartiendo mesa, mantel y micro con Bunbury, ahora el asturiano realiza el más difícil todavía uniéndose a otra insospechada figura de la escena musical: Christina Rosenvinge. Antes de que eso suceda, Christina Rosenvinge y Nacho Vegas ampliarán con algunas actuaciones la gira conjunta iniciada recientemente con motivo del Rockdelux Music Weekend. Ambos, acompañados por Xel Pereda, Manu González, Charlie Bautista y Luis Rodríguez, estarán actuando en el Teatro Cervantes de Valladolid el día 25 de noviembre, en lo que será uno de los platos fuertes de la segunda edición del Tónal.
A lo largo de dos intensas semanas en Gijón, Vegas ha grabado con Rosenvinge el mini-álbum 'Verano fatal', que el sello madrileño Limbo Starr pondrá hoy a la venta. Si la colaboración entre Bunbury y Vegas entraba en el extenso apartado de actos inexplicables de Nacho, su unión con Rosenvinge tiene argumentos más lógicos y poderosos, ya sean sentimentales o carnales.
Se trata, eso sí, del amor descreído de dos personas que salen de experiencias difíciles, no esperan demasiado de él y lo asumen con cierto escepticismo, bastante ironía y no menos cachondeo. Ella se ríe de la imagen de «artista maldito» del asturiano, y él realiza repetidos guiños a la carrera de la madrileña de 43 años, tomando como referencia el álbum 'Que me parta un rayo', para titular el tema 'Que nos parta un rayo', o cantando aquello de 'así que hice ¿Chas! y aparecí a tu lado», en clara alusión al turbio pasado de chistera y vaqueros rotos de Christina Rosenvinge.
'Currante'
El disco esconde también una de las adicciones de las que menos se habla del ex Eliminator Jr.: el trabajo. Se podría establecer una comparación entre Nacho y otro frustrado aspirante a Eurovisión, Morrissey. Mientras el británico de corazón irlandés es capaz de componer una obra maestra a la vez que desarrolla alguna actividad cotidiana, incluyendo las fisiológicas, el asturiano escribe, ensaya y reescribe durante horas para dar con una pieza adecuada para llevar al estudio de grabación. Es el caso del tema 'Me he perdido', el mejor del disco, y que sin duda entrará a formar parte de los 'top 10' que elaboran los amantes vegasianos. La canción nace de la frase de Christina «lo natural es odiarse», a partir de la cual Vegas escribió dos temas completos que desechó hasta intentarlo, y lograrlo, por tercera vez, con el corte que abre el mini-álbum.
'Verano fatal' deja entrever también que Christina Rosenvinge continúa la senda iniciada en 'Continental 62' y retoma el castellano como principal lengua para componer, además de realizar ciertos guiños a cantantes francesas de la década de los sesenta.
En el aspecto estrictamente musical, se aprecia una mayor influencia de Xel Pereda, que le concede un mayor protagonismo al folk mediante la utilización de banjos y mandolinas. Esto se apreciará de nuevo en Lucas 15, el próximo proyecto conjunto de Nacho Vegas y Pereda, que verá la luz antes de que concluya el presente año.
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