«Los menús tradicionales de las bodas han pasado de moda»

Setenta y cuatro años de trabajo avalan a este establecimiento dedicado a la restauración y en particular a la cerebración de banquetes de bodas. Con un salón para 300 personas y otro para 200, Manuel Colino es el gerente encargado de que todos salga perfecto en un día tan especial.

-¿Qué servicios ofrecen a los clientes que deciden celebrar una boda en su establecimiento?

-Desde la restauración hasta la discoteca, el hospedaje para los invitados que vengan de fuera y también servicio de cafetería.

-¿Qué es lo que más pide la gente en el día de su boda?

-Lo principal son los salones individuales, la gente quiere celebrar la boda en la intimidad. También el servicio de discoteca.

-¿Algo que les hayan pedido fuera de lo normal?

-Quizá alguna boda fuera del establecimiento mediante nuestro servicio de 'catering'. Hemos dado alguna boda en lo que era el castillo del Buen Amor.

-La gente se casa menos y más tarde, ¿han notado en los últimos años un descenso en las bodas?

-No hemos notado descenso, aunque sí es verdad que los índices de natalidad son más bajos y eso si que influye en que haya menos bodas. Aún así creo que se han mantenido.

-Cuando hablamos del menú de la boda, ¿cuáles son los precios en los que se mueven?

-Estamos en un baremo de 50 euros como mínimo hasta los 90 euros por el cubierto.

-¿La gente sigue optándo por los menús de toda la vida?

-Los menús tradicionales de las bodas han pasado de moda. Los fritos, langostinos y lechazo está algo pasado. Ahora la gente busca cosas más elaboradas.

-¿El verano sigue siendo la época estrella para casarse?

-El mes de julio, agosto y septiembre es un mes fuerte. A partir de octubre baja un poco y luego en abril comienza otra vez la temporada fuerte.