Mensajes con sabor solidario

Detrás de un mensaje hay todo un relato que cuenta el comienzo de un romance entre María y Juan o la felicitación de un hijo a su madre. Pero a veces la historia se esconde en la persona que trae el paquete o la empresa que hace el servicio de mensajería. Ese es el caso de MRW, que ha sido en el mes de julio galardonada con el Premio ONCE Castilla y León junto a Televisión Española por su implicación en la traducción simultánea al lenguaje de signos de todas las transmisiones institucionales, y José Antonio Rubio, premiado por su dedicación y atención a las personas con discapacidad.

La empresa de transportes urgentes MRW fue reconocida por su iniciativa de que un discapacitado pueda enviar o recibir paquetes de forma gratuita y por dar trabajo a más de cuarenta personas con discapacidad física o sensorial a nivel nacional. «Muchos de ellos trabajan como chóferes, mozos de almacén, empleados en venta e informática, administrativos y personal de atención al cliente», subraya la directora de Relaciones Corporativas, Silvia Vílchez, que apunta que «por sus puertas han pasado 261 personas con una discapacidad», debido en parte a los acuerdos firmados con la Fundación ONCE para integrar en plantilla a personal discapacitado.

Con esos datos sobre la mesa, MRW cumple de sobra la ley de porcentaje obligatorio de discapacitados, que en España solo lo hacen dos de cada tres empresas, según los datos del Observatorio sobre Empresa y Discapacidad 2006, al tener un «10% de personal propio con discapacidad».

Cifras desorbitadas

MRW nace en 1977 bajo el nombre de Mensajeros Radio. Hoy, más de 10.000 personas están vinculadas a la marca en 756 franquicias en Andorra, España, Gibraltar y Portugal. La flota terrestre supera los 5.000 vehículos y la aérea es de tres aviones. 38 franquicias en Castilla y León se suman a ese conglomerado de datos, en las que cerca de 140 personas trabajan con mensajes solidarios. «Contamos con un Plan de Acogida de discapacitados que realiza un tutor también con una minusvalía. Es más, en nuestro Plan Interno de Adopción, si el adoptado es discapacitado, se le da al trabajador 6.000 euros», señala Vílchez.

Pero esa solidaridad no se ve en todas las regiones. Por comunidades autónomas se constataron grandes diferencias en el cumplimiento de esta reserva de cuota del 2% que estipula la Ley de Integración Social de Minusválidos, aprobada en 1982, situándose Aragón y Cantabria, con un 62,5% y un 60% de empresas que la cumplen, respectivamente, como las dos regiones que cuentan con un grado positivo de cumplimiento. Por el contrario, a la cola están están Andalucía, 10%, y Canarias, 9%, la peor situada.

El estudio indica, además, que en cuanto a los trabajos que desarrollan generalmente las personas con discapacidad contratadas en empresas o centros especiales de empleo, el 63%, la gran mayoría, son operarios; el 49%, administrativos; el 22%, técnicos; el 13%, profesionales; el 5%,mandos intermedios,y una mínima parte, solo el 2%, mandos superiores. Puestos que ocupa más de uno en MRW, que busca un mundo más solidario.