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El Paseo del Príncipe atraviesa como arteria central los jardines del Campo Grande de norte a sur, desde la Plaza de Zorrilla al Paseo de Filipinos.
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Zona de tránsito peatonal sosegado en medio del tráfago urbano, la disfrutan a diario paseantes, viajeros y vecinos de camino a sus trabajos. Atraído por captar el ambiente matutino del entorno, Luis Pérez se apostó con su cámara para una sesión fotográfica un día a comienzos de junio, entre las ocho y las nueve de la mañana, «aún las primeras horas del día eran frescas –recuerda–, no había comenzado el verano».
El estudio de trabajo
El espacio donde trabaja Luis Pérez está perfectamente organizado para trabajar cómodamente.
Todo está al alcance del artista y colocado en un orden riguroso.
Dos puntos
de luz permiten
ver claramente
los tonos que
necesita la escena
Ordenador
con la fotografía
cargada en
la pantalla
Mesa de dibujo
El artista pinta
en posición
horizontal sobre
un tablero
de dibujo
Silla regulable
para acceder
cómodamente
a todo el cuadro
Mesa con pinceles y tubos de acrílico con los pigmentos y barnices necesarios para aplicar color y capas
El proceso
El cuadro ‘Plaza Zorrilla’ comenzó el 24 de septiembre de 2024. Previamente hubo un trabajo fotográfico y, posteriormente, un estudio del material obtenido para conseguir el encuadre, luz y número de personajes deseado.
Boceto de colocación.
Con un lapicero dibuja la imagen deseada
con las proporciones y puntos de fuga.
Negro marfil. Una vez acabado el boceto, se le da una capa homogénea con negro marfil que deja la tela oscurecida y aún con las líneas del dibujo.
Las luces y las sombras, a base de ir dando veladuras de color, se van sacando las luces y las sombras que conforman el motivo de la pintura.
Acabado.
Los últimos retoques consiguen dar texturas a las zonas de sombra y luz.
Fuente: Elaboración propia
El estudio de trabajo
El espacio donde trabaja Luis Pérez está perfectamente organizado para trabajar cómodamente.
Todo está al alcance del artista y colocado en un orden riguroso.
Dos puntos
de luz permiten
ver claramente
los tonos que
necesita la escena
Ordenador
con la fotografía
cargada en
la pantalla
Mesa de dibujo
El artista pinta
en posición
horizontal sobre
un tablero
de dibujo
Silla regulable
para acceder
cómodamente
a todo el cuadro
Mesa con pinceles y tubos de acrílico con los pigmentos y barnices necesarios para aplicar color y capas
El proceso
El cuadro ‘Plaza Zorrilla’ comenzó el 24 de septiembre de 2024. Previamente hubo un trabajo fotográfico y, posteriormente, un estudio del material obtenido para conseguir el encuadre, luz y número de personajes deseado.
Boceto de colocación.
Con un lapicero dibuja la imagen deseada
con las proporciones y puntos de fuga.
Negro marfil. Una vez acabado el boceto, se le da una capa homogénea con negro marfil que deja la tela oscurecida y aún con las líneas del dibujo.
Las luces y las sombras, a base de ir dando veladuras de color, se van sacando las luces y las sombras que conforman el motivo de la pintura.
Acabado.
Los últimos retoques consiguen dar texturas a las zonas de sombra y luz.
Fuente: Elaboración propia
El estudio de trabajo
El espacio donde trabaja Luis Pérez está perfectamente organizado para trabajar cómodamente.
Todo está al alcance del artista y colocado en un orden riguroso.
Ordenador
con la fotografía
cargada en
la pantalla
Mesa de dibujo
El artista pinta
en posición
horizontal sobre
un tablero
de dibujo
Dos puntos
de luz permiten
ver claramente
los tonos que
necesita la escena
Silla regulable
para acceder
cómodamente
a todo el cuadro
Mesa con pinceles y tubos de acrílico con los pigmentos y barnices necesarios para aplicar color y capas
El proceso
El cuadro ‘Plaza Zorrilla’ comenzó el 24 de septiembre de 2024. Previamente hubo un trabajo fotográfico y, posteriormente, un estudio del material obtenido para conseguir el encuadre, luz y número de personajes deseado.
Boceto de colocación.
Con un lapicero dibuja la imagen deseada
con las proporciones y puntos de fuga.
Negro marfil. Una vez acabado el boceto, se le da una capa homogénea con negro marfil que deja la tela oscurecida y aún con las líneas del dibujo.
Las luces y las sombras, a base de ir dando veladuras de color, se van sacando las luces y las sombras que conforman el motivo de la pintura.
Acabado.
Los últimos retoques consiguen dar texturas a las zonas de sombra y luz.
Fuente: Elaboración propia
El estudio de trabajo
El espacio donde trabaja Luis Pérez está perfectamente organizado para trabajar cómodamente.
Todo está al alcance del artista y colocado en un orden riguroso.
Dos puntos
de luz permiten
ver claramente
los tonos que
necesita la escena
Ordenador
con la fotografía
cargada en
la pantalla
Mesa de dibujo
El artista pinta
en posición
horizontal sobre
un tablero
de dibujo
El proceso
El cuadro ‘Plaza Zorrilla’ comenzó el 24 de septiembre de 2024. Previamente hubo un trabajo fotográfico y, posteriormente, un estudio del material obtenido para conseguir el encuadre, luz y número de personajes deseado.
Boceto de colocación.
Con un lapicero dibuja la imagen deseada
con las proporciones y puntos de fuga.
Negro marfil. Una vez acabado el boceto, se le da una capa homogénea con negro marfil que deja la tela oscurecida y aún con las líneas del dibujo.
Silla regulable
para acceder
cómodamente
a todo el cuadro
Las luces y las sombras, a base de ir dando veladuras de color, se van sacando las luces y las sombras que conforman el motivo de la pintura.
Acabado.
Los últimos retoques consiguen dar texturas a las zonas de sombra y luz.
Mesa con pinceles y tubos de acrílico con los pigmentos y barnices necesarios para aplicar color y capas
Fuente: Elaboración propia
Tomó más de sesenta fotografías jugando con diferentes ángulos, exposiciones y perspectivas que después analizaría con detenimiento en su estudio.
Finalmente se decantó por una imagen captada a 40 centímetros del suelo con un trípode y teleobjetivo 150/600 mm. para obtener más profundidad de campo en el punto donde cobra especial protagonismo la doble línea central del pavimento que nos introduce en la escena. «Probé muchos parámetros, quería que no se sobrepusieran todas las zonas de luces del asfalto.
Los elementos
de la escena pictórica
A continuación mostramos los puntos que destaca el autor de la escena.
1
Optó por oscurecer
la zona del pavimento
que ocupa casi la mitad del cuadro, utilizándola para lograr sensación de contraste a través de unos adoquines que brillan más que el resto. A través del reflejo del edificio del fondo se estructuran las líneas de fuga y perspectiva.
2
Para dotar de mayor luminosidad a la escena el artista ha optado por tamizar la luz matinal con el paso de rayos de sol entre los árboles. «Si no —aduce—, el entorno sería demasiado monótono».
3
Los caminantes aportan dinamismo a una escena dominada por elementos naturales y arquitectónicos. Las figuras humanas han sido dispuestas de espaldas para «no distraer respecto al conjunto de la composición». Enumera Luis Pérez el grupo humano camino de la Plaza de Zorrilla:un jubilado paseando en pantalón corto, una lectora, dos viajeros procedentes de la estación de autobús con sus maletines –«un movimiento muy típico de esas horas en Valladolid»–, una señora vestida de blanco en el medio –«la incluí porque da un golpe de luz y aporta profundidad»–. A lo lejos se aprecia también movimiento en torno al inicio de la calle Santiago con un automóvil cercano. «Estuve tentado de bloquear esa vista cuando pasaba un autobús, pero me parecía demasiado, así que al final preferí dejar libre la calle con elementos muy reconocibles, como parte del termómetro en la fachada del edificio de la plaza».
4
La zona central del lienzo podría ser un cuadro en sí mismo, apunta el artista. «Por una parte aparecen las figuras humanas, mezcladas aunque en diferentes planos con el fin de equilibrar la composición. La estatua de Zorrilla marca la diferencia de escala y tamaño».
5
El edificio de la Unión y el Fénix es otro de los emblemas visuales de la panorámica desde el Paseo del Príncipe. «Opera casi como el centro vertical de la composición».
6
Una mujer leyendo
El Norte de Castilla como guiño
al 170 aniversario.
7
El juego de verdes en torno a la masa boscosa del Campo Grande. Empleó diferentes tonalidades de verde y amarillo para romper la uniformidad, «Quise fijar la luz de los árboles jugando con el balance de blancos de la luz del sol y el color de las hojas».
8
El césped resalta la luminosidad oponiendo el verde en sombra frente al que refleja el paso de la luz solar. La textura de la corteza de los árboles contribuye también a ese contraste. Al igual que las arrugas de los trajes de los viandantes, que remarcan la silueta proporcionándola a la vez volumen.
9
Cuenta Luis Pérez que lo más complejo a la hora de afrontar el cuadro fue reflejar la variedad cromática de las hojas y las zonas en sombra.
Los elementos
de la escena pictórica
A continuación mostramos los puntos que destaca el autor de la escena.
1
Optó por oscurecer
la zona del pavimento
que ocupa casi la mitad del cuadro, utilizándola para lograr sensación de contraste a través de unos adoquines que brillan más que el resto. A través del reflejo del edificio del fondo se estructuran las líneas de fuga y perspectiva.
2
Para dotar de mayor luminosidad a la escena el artista ha optado por tamizar la luz matinal con el paso de rayos de sol entre los árboles. «Si no —aduce—, el entorno sería demasiado monótono».
3
Los caminantes aportan dinamismo a una escena dominada por elementos naturales y arquitectónicos. Las figuras humanas han sido dispuestas de espaldas para «no distraer respecto al conjunto de la composición». Enumera Luis Pérez el grupo humano camino de la Plaza de Zorrilla:un jubilado paseando en pantalón corto, una lectora, dos viajeros procedentes de la estación de autobús con sus maletines –«un movimiento muy típico de esas horas en Valladolid»–, una señora vestida de blanco en el medio –«la incluí porque da un golpe de luz y aporta profundidad»–. A lo lejos se aprecia también movimiento en torno al inicio de la calle Santiago con un automóvil cercano. «Estuve tentado de bloquear esa vista cuando pasaba un autobús, pero me parecía demasiado, así que al final preferí dejar libre la calle con elementos muy reconocibles, como parte del termómetro en la fachada del edificio de la plaza».
4
La zona central del lienzo podría ser un cuadro en sí mismo, apunta el artista. «Por una parte aparecen las figuras humanas, mezcladas aunque en diferentes planos con el fin de equilibrar la composición. La estatua de Zorrilla marca la diferencia de escala y tamaño».
5
El edificio de la Unión y el Fénix es otro de los emblemas visuales de la panorámica desde el Paseo del Príncipe. «Opera casi como el centro vertical de la composición».
6
Una mujer leyendo
El Norte de Castilla como guiño
al 170 aniversario.
7
El juego de verdes en torno a la masa boscosa del Campo Grande. Empleó diferentes tonalidades de verde y amarillo para romper la uniformidad, «Quise fijar la luz de los árboles jugando con el balance de blancos de la luz del sol y el color de las hojas».
8
El césped resalta la luminosidad oponiendo el verde en sombra frente al que refleja el paso de la luz solar. La textura de la corteza de los árboles contribuye también a ese contraste. Al igual que las arrugas de los trajes de los viandantes, que remarcan la silueta proporcionándola a la vez volumen.
9
Cuenta Luis Pérez que lo más complejo a la hora de afrontar el cuadro fue reflejar la variedad cromática de las hojas y las zonas en sombra.
Los elementos
de la escena pictórica
A continuación mostramos los puntos que destaca el autor de la escena.
1
Optó por oscurecer la zona del pavimento que ocupa casi la mitad del cuadro, utilizándola para lograr sensación de contraste a través de unos adoquines que brillan más que el resto. A través del reflejo del edificio del fondo se estructuran las líneas de fuga y perspectiva.
2
Para dotar de mayor luminosidad a la escena el artista ha optado por tamizar la luz matinal con el paso de rayos de sol entre los árboles. «Si no —aduce—, el entorno sería demasiado monótono».
3
Los caminantes aportan dinamismo a una escena dominada por elementos naturales y arquitectónicos. Las figuras humanas han sido dispuestas de espaldas para «no distraer respecto al conjunto de la composición». Enumera Luis Pérez el grupo humano camino de la Plaza de Zorrilla:un jubilado paseando en pantalón corto, una lectora, dos viajeros procedentes de la estación de autobús con sus maletines –«un movimiento muy típico de esas horas en Valladolid»–, una señora vestida de blanco en el medio –«la incluí porque da un golpe de luz y aporta profundidad»–. A lo lejos se aprecia también movimiento en torno al inicio de la calle Santiago con un automóvil cercano. «Estuve tentado de bloquear esa vista cuando pasaba un autobús, pero me parecía demasiado, así que al final preferí dejar libre la calle con elementos muy reconocibles, como parte del termómetro en la fachada del edificio de la plaza».
4
La zona central del lienzo podría ser un cuadro en sí mismo, apunta el artista. «Por una parte aparecen las figuras humanas, mezcladas aunque en diferentes planos con el fin de equilibrar la composición. La estatua de Zorrilla marca la diferencia de escala y tamaño».
5
El edificio de la Unión y el Fénix es otro de los emblemas visuales de la panorámica desde el Paseo del Príncipe. «Opera casi como el centro vertical de la composición».
6
Una mujer leyendo
El Norte de Castilla como guiño
al 170 aniversario.
7
El juego de verdes en torno a la masa boscosa del Campo Grande. Empleó diferentes tonalidades de verde y amarillo para romper la uniformidad, «Quise fijar la luz de los árboles jugando con el balance de blancos de la luz del sol y el color de las hojas».
8
El césped resalta la luminosidad oponiendo el verde en sombra frente al que refleja el paso de la luz solar. La textura de la corteza de los árboles contribuye también a ese contraste. Al igual que las arrugas de los trajes de los viandantes, que remarcan la silueta proporcionándola a la vez volumen.
9
Cuenta Luis Pérez que lo más complejo a la hora de afrontar el cuadro fue reflejar la variedad cromática de las hojas y las zonas en sombra.
Los elementos
de la escena pictórica
A continuación mostramos los puntos que destaca el autor de la escena.
1
Optó por oscurecer la zona del pavimento que ocupa casi la mitad del cuadro, utilizándola para lograr sensación de contraste a través de unos adoquines que brillan más que el resto. A través del reflejo del edificio del fondo se estructuran las líneas de fuga y perspectiva.
2
Para dotar de mayor luminosidad a la escena el artista ha optado por tamizar la luz matinal con el paso de rayos de sol entre los árboles. «Si no —aduce—, el entorno sería demasiado monótono».
3
Los caminantes aportan dinamismo a una escena dominada por elementos naturales y arquitectónicos. Las figuras humanas han sido dispuestas de espaldas para «no distraer respecto al conjunto de la composición». Enumera Luis Pérez el grupo humano camino de la Plaza de Zorrilla:un jubilado paseando en pantalón corto, una lectora, dos viajeros procedentes de la estación de autobús con sus maletines –«un movimiento muy típico de esas horas en Valladolid»–, una señora vestida de blanco en el medio –«la incluí porque da un golpe de luz y aporta profundidad»–. A lo lejos se aprecia también movimiento en torno al inicio de la calle Santiago con un automóvil cercano. «Estuve tentado de bloquear esa vista cuando pasaba un autobús, pero me parecía demasiado, así que al final preferí dejar libre la calle con elementos muy reconocibles, como parte del termómetro en la fachada del edificio de la plaza».
4
La zona central del lienzo podría ser un cuadro en sí mismo, apunta el artista. «Por una parte aparecen las figuras humanas, mezcladas aunque en diferentes planos con el fin de equilibrar la composición. La estatua de Zorrilla marca la diferencia de escala y tamaño».
5
El edificio de la Unión y el Fénix es otro de los emblemas visuales de la panorámica desde el Paseo del Príncipe. «Opera casi como el centro vertical de la composición».
6
Una mujer leyendo El Norte de Castilla como guiño al 170 aniversario.
7
El juego de verdes en torno a la masa boscosa del Campo Grande. Empleó diferentes tonalidades de verde y amarillo para romper la uniformidad, «Quise fijar la luz de los árboles jugando con el balance de blancos de la luz del sol y el color de las hojas».
8
El césped resalta la luminosidad oponiendo el verde en sombra frente al que refleja el paso de la luz solar. La textura de la corteza de los árboles contribuye también a ese contraste. Al igual que las arrugas de los trajes de los viandantes, que remarcan la silueta proporcionándola a la vez volumen.
9
Cuenta Luis Pérez que lo más complejo a la hora de afrontar el cuadro fue reflejar la variedad cromática de las hojas y las zonas en sombra.
El trabajo previo al cuadro es la fotografía, muy importante, ahorra muchos problemas a la hora de pintar». El lienzo 'Plaza Zorrilla/Valladolid tiene unas dimensiones de 100 por 70 centímetros.
Como parte de la celebración por su 170 aniversario, El Norte de Castilla distribuye junto con el periódico de este 25 de octubre un libro especial de 256 páginas que, bajo el título de '170 años caminando juntos', incluye un recorrido por la trayectoria del diario, así como reportajes –históricos y actuales–, artículos de opinión y alguna sorpresa más. Entre todas esas piezas, que se publicarán además en la página web del diario decano de la prensa se encuentra esta que estás leyendo y que explica el proceso creativo de Luis Pérez.
El libro repasa además, de la mano de Enrique Berzal, la historia menos conocida de Valladolid a través de 45 reportajes que evocan acontecimientos significativos y personajes singulares del siglo XIX y primeros años del XX. Los artículos reflejan la modernización de la ciudad a través de hitos como la llegada del ferrocarril, los mercados de hierro, los tranvías, el alcantarillado y la luz eléctrica.
De gran formato, el tomo recoge también las historias de jóvenes que cuentan su experiencia en una comunidad autónoma en la que tradición y modernidad se dan la mano. Son personas que rechazan dejar su tierra y encarnan el futuro de Castilla y León.
Setenta portadas de El Norte –seleccionadas por Hismedia, el grupo de investigación de historia y medios de comunicación de la UVA, y Carlos Aganzo– sirven de ejemplo para recordar cómo abordó el diario algunos de los acontecimientos más importantes de los que ha sido testigo. El especial cuenta también con medio centenar de artículos de opinión de autoridades y personalidades de la comunidad, así como de los articulistas del periódico.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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