Borrar
Leo Harlem, durante la conmemoración de los 170 años de El Norte de Csatilla. Rodrigo Jiménez
Leo Harlem: «Nos vemos dentro de 170 años»

Leo Harlem: «Nos vemos dentro de 170 años»

El humorista vallisoletano fue el encargado de amenizar la gala del aniversario de El Norte

Sergio García

Valladolid

Miércoles, 30 de octubre 2024, 22:49

Fue el encargado de amenizar la ceremonia, de poner una sonrisa a una jornada teñida de luto por las riadas en la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha y Andalucía. «Todos sabemos que es un día difícil, por lo que está sucediendo con la DANA en todo el país». Quizá por eso Leo Harlem inició su intrevención en la conmemoración de los 170 años de El Norte de Castilla pidiendo a la sala sinfónica del Centro Cultural Miguel Delibes que entrenara sus risas falsas. Antes de empezar la gala, ya se había dirigido a los asistentes para invitarles a ponerse de pie y guardar un minuto de silencio. «Me han dicho que tengo que hacer un poquito de humor y quiero que colaboréis», expresó el humorista al público.

Con esto arrancó Leo Harlem, que centró su intervención en dos aspectos muy concretos. Las tecnologías y el deporte. «No me llevo bien con este tema», fue una de las frases que dijo para ambos aspectos y que demostró con ese humor que le define. «Yo soy como un anfibio. Me muevo bien en la tierra, pero a veces me tiró al charco digital. Porque cada vez en el mundo hay más tecnología y eso nos deshumaniza un poco. Ves la Fórmula 1, que a mí me parece el timo de la estampita. Que están todo el día diciendo que menudos presupuestos, pero seguro que hay alguien de Bilbao metiendo dinero por debajo. Que sí, que tienen los mejores mecánicos, pero luego nunca aciertan con los neumáticos», expresó.

El vallisoletano prosiguió con su particular guerra contra las tecnologías. «Se está metiendo donde no hace falta. Como en los hoteles, ¿os acordáis de cuando los baños tenían un grifo de cada color? Yo la última vez, me tuve que acercar para ver cómo funcionaba, lo estaba estudiando con detalle y debí de activar algo. Y de repente, pum, el chorro frío por detrás. Quinientos euros de habitación para dormir en la moqueta. Esa tecnología no aporta». Y continúa. «Ahora llegan a los hogares. Viene la casa inteligente, y qué pasa, ¿que se paga sola? Por qué se la conoce así. No, es que te reconoce por la pupila. Anda igual que mi mujer cuando vuelvo del bar».

Y si se habla de los hogares, hay que hablar de los eloctrodomésticos. «Tengo un frigorífico que pide lo que le apetece al supemercado, que tiene internet. Y yo le digo, como si tiene impresora, lo que tiene que tener son botellines de cerveza al punto de escarcharse», apuntó. Pero la tecnología llega a muchos ámbitos para Leo Harlem, también a los coches. «Que si el GPS, no puedo con esto. Lo tengo atravesado, que hay gente que lo lleva hasta para ir a tirar la basura. Pues yo he trabajado con el sistema más primitivo y he llegado. El SLC: Siguiendo Los Carteles. Y con la abuela de copiloto, que con el olor sabía donde estábamos. Si huele a Miguelito, La Roda. Que si huele a porro fino, Algeciras. Sabía más de lo que decía«. Y luego están lo que se pierden. «Como aquel señor que salió con su coche de Zamora y llegó hasta Vigo. Dos cosas le preguntaría. No notaste nada raro al ver gaviotas a la altura de Benavente ni a ver un barco de Pescanova en el lago de Sanabria».

Y si la tecnología era uno de los principales problemas para Leo Harlem, también lo es el deporte. «No nos llevamos bien y mira que lo intento. Porque ahora se lleva mucho el pádel y yo lo veo y tiene una cosa magnífica. Esas bolsas para llevar la raqueta, que para llevar los ibéricos pues sí que la recomiendo». Parece que Leo Harlem lo intentó en muchos aspectos, que si en el gimnasio, el pilates, el yoga. «Menudo olor a incienso. ¿Hace falta tanto para hacer ejercicio? Cuando se quitaron los zapatos entendí que era poco». Pero si hay un deporte con el que no puede Leo Harlem es con el tenis. «Cada punto le dan una toalla, lo que quieran, pero luego tu vas a un hotel y te dicen que te cargas el planeta si usas más de una. Pues no, la ATP se está cargando el planeta». También hizo alusión a algunos productos típicos de Valladolid. «Me dice un entrenador que puedo comer mucha lechuga, hasta artarme, pero eso hay que lavarlo. Sabes que no hay que lavar, el solomillo o un buen lechazo».

Pero no solo de los monólogos vive un humorista, también de la improvisación. Y Leo Harlem también lo sabe hacer. Por ejemplo, cuando recogió el premio Edmundo Bayón, el presidente de Bodegas Protos, uno de los tres galardonados de la noche. «Mira, es verdad que están preocupados por la sostenibilidad. Lleva los folios impresos por las dos caras». O al final de la gala, cuando el fotógrafo invitó a los premiados a posar de espaldas al público. «Aquí es donde se ve quién ha comprado el traje y quién lo trae del sastre», apuntó mientras estaban en el escenario los galardonados, patrocinadores y representantes de El Norte.

Pero, después de tanta crítica a las tecnologías, sí que hay una que le gusta a Leo Harlem. «Por eso hay que utilizarla bien, como hace El Norte. Que hace 170 años, se dice pronto, no había ni Mundiales ni Eurocopas. Mucho cuidado con la tecnología, estén atentos». Y por eso, el vallisoletano terminó con una frase final. «Nos vemos dentro de 170 años».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Leo Harlem: «Nos vemos dentro de 170 años»