«El buen periodismo es uno de los instrumentos democráticos esenciales, pues contribuye a facilitar la expresión libre de ideas y opiniones, así como a la recepción de información veraz»
Presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León
Viernes, 25 de octubre 2024, 08:07
En la Isla de León, el 24 de septiembre de 1810, se celebró la sesión inaugural de las Cortes que iban a aprobar en 1812, en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, la primera Constitución Española. Presentó el programa ideológico el caputbovense Diego Muñoz Torrero, diputado liberal por Extremadura y otrora rector de la Universidad de Salamanca, vilmente asesinado por los absolutistas en 1829. Por su discurso clarividente fue elegido presidente de la comisión redactora.
Con el apoyo del jurista asturiano Agustín de Argüelles y de otros diputados, logró que las Cortes, en principio reacias, aprobaran el Real Decreto de 10 de noviembre de 1810, por el que se reconoce la «libertad de escribir, imprimir y publicar las ideas políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación alguna».
Afirma la exposición de motivos que «la facultad individual de los ciudadanos de publicar sus pensamientos e ideas políticas es no solo un freno de la arbitrariedad de los que gobiernan, sino también un medio de ilustrar a la nación en general, y el único camino para llevar al conocimiento de la verdadera opinión pública». Los «libelos infamatorios» (los actuales bulos o fake news), «los escritos calumniosos, los subversivos de las leyes fundamentales de la monarquía, los licenciosos y contrarios a la decencia pública y buenas costumbres serán castigados con la pena de la ley, y las que aquí se señalarán», siempre mediante resolución de los tribunales.
La Constitución de 1812 establece entre las facultades de las Cortes la de «Proteger la libertad política de la imprenta». Esta previsión quedó sin efecto tras el golpe de Estado absolutista de Fernando VII. Con la Constitución de 1837, que recuperó los valores doceañistas durante la minoría de edad de Isabel II, se proclama que «Todos los españoles pueden imprimir y publicar libremente sus ideas sin previa censura, con sujeción a las leyes». A pesar del revisionismo que inspira la Constitución de 1845, se mantuvo la libertad de prensa.
En aquel contexto histórico, precisamente en el año de la revolución que dio origen al Bienio Progresista (1854-1856), inició el proceso fundacional de El Norte de Castilla. La sociedad española se hallaba en un período de cambios profundos. La industrialización era ya una realidad, unida a grandes inversiones ferroviarias (el 20 de febrero de 1856 se confirmó que el tren hacia el norte pasaría por Valladolid) y a la aparición del movimiento obrero, y se impulsaba una nueva reforma agraria con la Ley Madoz de 1855.
El Norte de Castilla ha acompañado durante 170 años a generaciones de castellanos y leoneses que soñaban con alcanzar un sistema constitucional, económico y social como el vigente. Estoy seguro de que lo continuará haciendo en la consecución de los retos contemporáneos. El buen periodismo es uno de los instrumentos democráticos esenciales, pues contribuye a facilitar la expresión libre de ideas y opiniones, así como a la recepción de información veraz. ¡Feliz aniversario!
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