Sal Gorda para animar la fiesta

Vaya exitazo, compadres. La Plaza Mayor llena, llenísima. Conciertazo que se prolonga durante algo más de una hora porque el público les pide otra, porque no quieren que Sal Gorda abandone el escenario. Exitazo, sí. Y eso que la actuación empezó con un puntito de recogimiento, todos los músicos en una esquinita del palco, con rasgueo de guitarras, palmas, su aquel de percusión. Y poco a poco se suman nuevos músicos a la fiesta. Porque de eso se trata, de una fiesta que no solo se vive bajo los focos, sino que también se percibe en las baldosas de la Plaza Mayor, castigadas por el taconeo entregado del público, que lo mismo acompaña los aires de bulería de 'Qué va a ser de mí' como el popurrí de rumbas con el que amagan con irse. Pero no se van. ¡Cómo se van a ir! La voz personalísima, quebrada y arenosa de David González 'El Peri' se atreve con los diversos cortes de su «disquito», 'La locura de soñar'. Canciones como 'Palabras en el aire' o 'Perdido en mis quimeras'. Y en la actuación, homenajes a Los Delinqüentes y a Capullo de Jerez para demostrar que hay pasión flamenquita en Valladolid. Sobre todo, si viene aderezada con Sal Gorda.