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Víctor Vela
Lunes, 19 de octubre 2015, 11:15
Hay sandalias y botines, zapatillas de deporte, babuchas y tacones pintados todos de rojo como si estuvieran embadurnados en escandalosa sangre. Todos estos pasos perdidos (ya se han recogido casi 300 pares de zapatos de mujer) descansan sobre una sábana que parece sudario a los pies de la iglesia de La Antigua en un grito contra los asesinatos machistas y los actos sexistas.
Se trata de una campaña iniciada en 2009 por la artista mexicana Elina Chauvet (su hermana murió a manos del cuñado) que ahora encuentra réplica en Valladolid. La ciudad se suma así a una extensa red de capitales en todo el mundo que recurren al calzado pintado de rojo como símbolo.
«El zapato suele ser lo primero que se encuentra de la víctima. Y el rojo es la sangre», explican Olga Hurtado, de Movimiento contra la Intolerancia, y Patricia Velasco, del colectivo Baba Yaga, organizadores de esta acción que tuvo ayer su primer encuentro en La Antigua y que se repetirá el próximo sábado en Portugalete y el domingo en la plaza del Carmen, en Delicias.
Varios colegios y colectivos participan en una campaña con la aportación y el teñido de los zapatos de mujer. Todo el calzado se colocará en una plaza de la ciudad (aún sin concretar) el próximo 25 de noviembre, día internacional contra la violencia de género, como recuerdo a todas las mujeres víctimas de maltrato. Información para donar zapatos en babayagavalladolid@gmail.com.
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