Tres morlacos logran completar el recorrido del cuarto encierro de Medina del Campo

Todo parecía que podría salir a pedir de boca, pero en el último momento el cuarto encierro de las fiestas de Medina del Campo se complicó. De los seis novillos desencajonados tan solo entraron en el coso tres. Dos fueron inmovilizados fuera del recorrido y el último de los morlacos entró al coso por la salida de emergencias de la plaza.

«Ha sido un encierro muy complicado ya que podían haber entrado los seis novillos pero a última hora tres de ellos no lograron ser encerrados por lo que ya estamos trabajando para mejorar todos los posibles fallos que pueda haber», aseguró la alcaldesa, quien mostró su preocupación al ver como las expectativas iniciales no se están cumpliendo.

Los cinco novillos colorados de la ganadería de Sánchez Herrero y el morlaco negro de La Herguijuela salieron de los corrales a un buen ritmo por lo que los entendidos en la materia vaticinaron que los seis astados entrarían perfectamente por las calles.

Nueve minutos después de ser desencajonados el grueso de la manada atravesó el túnel del Ave tras recorrer más de la mitad del itinerario campero. Desde ese punto los toros fueron arropados por los caballistas quienes en menos de cuatro minutos encaminaron a los animales hacía la zona del embudo. En esta ocasión tres morlacos junto a varios mansos entraron a las calles de manera inmediata sin pararse en la zona del embudo y pegados a la verjas de la empresa Mama Vaca.

Mientras que estos tres novillos hicieron las delicias de los asistentes, los otros tres restantes iniciaron una huida por diversas áreas de la localidad. Llegaron hasta la zona del embudo pero no entraron en las calles a pesar de encontrarse a escasos metros.

El primero de los animales en ser inmovilizado inició su particular periplo fuera del recorrido por el área de los adosados más próximos a la zona del embudo. Desde este punto fue hacía el depósito de la zona denominada la puerta del sol y prosiguió hasta la fábrica de Siro donde fue anestesiado debido al peligro de que algún vecino ajeno al encierro pudiera encontrarse al animal. El segundo toro en ser anestesiado en las proximidades de la autovía fue trasladado hasta el coso pero a mitad de camino, el animal se despertó y se lanzó desde el camión. El encierro se prologó casi una hora debido a este incidente.

El último de los toros que no entró por la zona del embudo emprendió una carrera hasta la carretera del campillo y en esta zona y ante la perplejidad de muchos vecinos entró al coso del arrabal por la puerta de emergencia.