Un empresa se ofrece a llevar los comedores estivales que quiere abrir el Ayuntamiento

La empresa Aramark, firma dedicada al catering que se encarga de servir las comidas en buena parte de los colegios públicos de Valladolid, estaría dispuesta a continuar con su actividad durante los meses de julio y agosto en los centros Pablo Picasso (Delicias) y Alonso Berruguete (La Rubia) para atender a los niños de aquellas familias que, bien porque en sus casas pasan apuros económicos o, simplemente, por razones de conciliación, necesitan de este servicio, que el Ayuntamiento pretende ofrecer este verano como una de las medidas prioritarias para el nuevo equipo de gobierno municipal.

La concejala de Educación, Infancia a Igualdad, Victoria Soto, mantuvo ayer una reunión con los responsables de esta firma de restauración para dejar cerrado un posible contrato, que necesita aún de la autorización de la Consejería de Educación de la Junta para la utilización de ambos centros, que en julio acogen el programa Conciliamos. Soto confía en que el Ejecutivo autonómico acceda a la petición municipal, ya que, en caso contrario, «tendría que dar explicaciones a los ciudadanos» por lo que se podría considerar como una falta de sensibilidad ante situaciones de emergencia social. Paralelamente, la edil de Servicios Sociales, Rafaela Romero, ha puesto en marcha a los responsables de los centros de acción social para recabar datos sobre los niños susceptibles de acudir a estos comedores, que podrían rondar el centenar.

Las rentas

Soto explicó que el precio por comensal se situará entre los cuatro y los cinco euros ahora la Junta aboba a Aramark 4,51 euros por niño y el sistema de pago para las familias que lo requieran sería el que aplica la Consejería de Educación y que, dependiendo de la renta de las familias, puede suponer desde la gratuidad total hasta el abono del 100% del menú. En principio, el Ayuntamiento está dispuesto a correr con todos los gastos para sacar adelante esta iniciativa.

Según aclaró la concejala, la posible estigmatización que para los menores podría suponer acudir a estos comedores se elimina en el mismo momento en que ambos centros acogen en verano actividades del programa Concilia y el servicio de comedor se abre a todo tipo de familias, independientemente de su situación económica. Mientras que para el mes de julio no haría falta vestir el servicio de comedor con otras actividades al estar ya programadas, en agostó sí que habría que contratar una empresa de animación para completar la prestación alimenticia.

Pendiente está también hablar con los conserjes para fijarles un horario acorde con el servicio de comedor, que tendría que ser compensado en el salario.

Incoherencia

En su primera nota de prensa del mandato, el Grupo Municipal del PP señaló que «no deben proyectarse medidas como la apertura de comedores escolares en verano, sin antes llevar a cabo un estudio de necesidades». «Es absolutamente incoherente que el alcalde esté hablando de abrir dos comedores escolares contra viento y marea, cuando no sabe ni cuántos niños ni de qué zonas de la ciudad puedan precisar de un suplemento alimentario», recalcan. En su opinión, se trata de un «empecinamiento» de Puente «en la dirección opuesta» a la que aconsejan organizaciones como Cruz Roja, Cáritas y la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, por la estigmatización que puede suponer para los niños que acudieran a ellos. El PP, que subraya que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ya ha desistido en poner en marcha esta medida, propone que se exploren fórmulas como el catering a domicilio, siempre teniendo en cuenta la información con la que cuenta la Red Centinela, que ya atiende a familias necesitadas en la capital.