«La Pasión era el gran banquete espiritual de Santa Teresa»

Una mujer apasionada por la verdad, humana, dotada para la comunicación, creadora de comunidades amigas, libre, con dinamismo misionero y realista y práctica. Con estas palabras, la pregonera de este año de la Semana Santa de Medina del Campo, la hermana carmelita descalza Sor Nohora de Jesús, definió la figura de la doctora de la iglesia de quien dijo que «la Semana Santa fue su gran banquete espiritual y litúrgico».

Ayer la villa de las ferias quiso rendir su tributo a una de las figuras más relevantes de su historia en el acto más importante de los ocho días de Pasión. Por primera vez la iglesia del Convento de San José acogió el pregón de Semana Santa.

La hermana, que tuvo un permiso especial del Arzobispado para poder abandonar la clausura y pronunciar el pregón, recitó sus líneas junto a Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna, que es una imagen del jesuita Domingo Beltrán Otazu (1565) perteneciente a la Cofradía a la que da nombre.

Según la monja, las citas de los episodios de la Pasión se hacen densas en sus escritos, como en los Evangelios, donde «la Pasión ocupa un lugar detallado y extenso en comparación con los otros episodios». Para ilustrar su relación la hermana aseguró que «en la última cena Teresa no tiene otro deseo sino ir tras su maestro y la meditación de Teresa es el acercamiento a Cristo en la oración del huerto de los olivos. Fue meditación diaria de Teresa durante muchos años, uno de esos lugares en que la soledad de Cristo le invitaba a acercarse con confianza».

Cada Semana Santa es diferente, como dijo ayer la pregonera. «Leí la vitalidad que actualmente mostráis los medinenses en el hecho de que sobre los habitantes del municipio ¡casi un 15% son miembros de alguna de las nueve cofradías de la ciudad!». A pesar de que en sus dos décadas como residente en el municipio nunca ha podido ver una procesión debido a la vida contemplativa de clausura, Sor Nohora de Jesús aseguró vivir de corazón los ocho días de Pasión. «Al oír desde la clausura el redoble de los tambores y bandas de cornetas se nos ensancha el alma y os acompañamos desde dentro y sufrimos cuando nos cuentan que una procesión no ha podido salir», explicó la hermana colombiana.